16 de mayo, 2016
Estoy muy emocionada por nuestra última reunión de damas. Permíteme hablarte de ella y puede ser que te anime a ti tanto como a mí.
Los viernes en las mañanas, a las 8:00 en punto, las damas nos reunimos para tener un estudio bíblico y un tiempo de oración. Mientras los niños pequeños llegan a la guardería de al lado y cantan sus canciones y recitan sus poemas con todo lo que han captado de ellos (¡es tan lindo!), las damas tratamos de concentrarnos en el pasaje bíblico que escuchamos en la iglesia el domingo anterior. Como iglesia actualmente estamos estudiando la carta a los Colosenses. En nuestra última reunión de damas hablamos de cómo podemos poner en práctica lo que dice en Col. 3:1-2:
“Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra”.
Esther y yo les preguntamos a las damas cómo podíamos enfocarnos en forma práctica en las cosas de arriba y no en las de la tierra en medio de la rutina de nuestra vida cotidiana.
Mesari, una de mis buenas amigas aquí (en la foto de arriba), nos dijo cómo lo hace ella: “Cuando miro a mi alrededor y veo todo lo que Dios ha hecho, entonces pienso en Aquel que hizo todo esto para que nosotros vivamos. Y cuando trabajo en mi huerto, entonces le doy gracias a Él por la fuerza que me da para trabajar. Y cuando cosecho los alimentos en mi huerto, sé que no fui yo quien hizo crecer las cosas, sino que fue mi Dios quien hizo crecer la comida para nosotros, y ¡le doy gracias por ello!”.
Yukite Kwayep
Más tarde hablamos de nuestros hijos mayores, de los cuales algunos viven con parientes en ciudades lejanas y asisten a la escuela allí. El contacto con ellos es infrecuente y muchas mujeres están preocupadas por ellos.
Yukite (en la foto de la izquierda) también animó a las damas. Mientras sus gemelos de un año de nacidos luchaban por lactar en ambos lados; nos dijo que ella también se preocupa por sus dos hijos mayores que viven en la ciudad. Pero explicó que ella sabe que puede encomendarlos a Dios, quien los cuida y se preocupa por ellos. Ella hizo un llamamiento a las mujeres, dijo que debemos orar unas por otras y por los hijos de cada una para que no perdamos nuestro enfoque en Dios, quien cuida y provee.
También Kwayep (en la foto de la derecha), quien vive sola con varios hijos pequeños durante períodos de varios meses porque sus hijos mayores y su esposo viven en la ciudad para asistir a la escuela, compartió abiertamente con nosotras que la vida para ella se vuelve agobiadora durante muchos días porque tiene que trabajar mucho. A menudo ella se siente muy sola e incapaz de suplir cada necesidad de su familia. Pero también compartió lo que hace para volver a poner su enfoque en el Señor. Dijo que cuando se siente agobiada toma su Biblia y la lee y encuentra nuevo ánimo y fuerza para seguir adelante. Mediante la lectura de su Biblia experimenta paz y deja de sentirse sola.
¡Me siento muy orgullosa de estas damas! ¡Son un gran ejemplo para mí! Estoy muy agradecida de que estén aprendiendo a andar con el Señor, sea que las cosas sean fáciles o difíciles. Porque cuando ponemos nuestra mirada en Él, todas las cosas que parecen tan importantes en el momento, se vuelven insignificantes porque vemos ¡lo grande y magnífica que es nuestra vida con ÉL!
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