4 de abril
Presentar el Evangelio en una manera clara y comprensible es solo el comienzo del cumplimiento de la Gran Comisión.
El Señor Jesús, en Mateo 28, les dijo a Sus discípulos: vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos… ‘enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes’.
En el libro de Efesios, el apóstol Pablo habla acerca del Señor Jesús dando a la Iglesia apóstoles, profetas, evangelistas, y pastores maestros para perfeccionar (moldear, madurar o preparar) al pueblo de Dios para la obra del ministerio, a fin de que el Cuerpo de Cristo, la Iglesia, sea fuerte y sea establecido.
El proceso de impartir el discipulado ciertamente requiere de tiempo, esfuerzo y paciencia, porque la meta es ver que los creyentes lleguen a ser más conformados a la imagen de Cristo. Afortunadamente el Señor tiene toda la paciencia del mundo con nosotros a medida que trabaja progresivamente en nuestra santificación aquí en la tierra.
Mientras hemos vivido y ministrado entre la gente lorón de Costa de Marfil, toda la enseñanza y la predicación, todo el contacto personal que tenemos con individuos y pequeños grupos, todo el esfuerzo que dedicamos al desarrollo comunitario, toda la energía invertida en la alfabetización, traduciendo la Biblia y procurando desarrollar lecciones bíblicas, todo el tiempo que pasamos en la grabación de lecciones para teléfonos móviles y reproductores de mp3, todas las visitas que hacemos a grupos remotos de creyentes, todo lo hacemos para llevar a la gente a la madurez en la fe y para ver establecida una iglesia fuerte, que funcione plenamente y que dé honor y gloria al nombre del Señor Jesucristo entre la gente lorón.
Damos gracias al Señor por el tiempo de calidad que recientemente hemos podido pasar con los creyentes lorones. Después de varios años de bastantes viajes extensos, y de pasar solamente cortos periodos de tiempo en la aldea, sentimos que hemos vuelto a ser una parte normal de la comunidad, y la gente no espera que la dejemos en cualquier momento por causa de otro viaje largo.
La estadía en la aldea nos ha dado la oportunidad de restablecer viejas amistades que habían sido afectadas en los últimos años por causa de las ausencias frecuentes. También ha ayudado a abrir puertas para desarrollar nuevas amistades, no solo con la gente lorón, sino también con otras personas de nuestra aldea que han sido, históricamente, muy opuestas al cristianismo y el Evangelio.
Damos gracias a Dios por las muchas personas de la etnia lorón que Él ha levantado y que ahora están ministrando en la evangelización, la enseñanza bíblica, el pastoreo, la alfabetización y la evangelización de niños. Muchos también están comprometidos con la comunidad en general a través de la educación, la atención a la salud, el crecimiento económico y numerosos asuntos de desarrollo local. Alabamos al Señor por la forma tremendamente positiva en que la presencia del Evangelio y la gracia de Dios han afectado las vidas de muchas personas.
Muchas gracias por tus oraciones por nosotros y por tu interés en la obra que el Señor está haciendo en el pueblo lorón.
Agradecidos por la paciente gracia de Dios,
Paul y Marina
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