17 de marzo
El viernes pasado, mientras estaba sentado en mi escritorio y me salía humo de las orejas por todos los circuitos mentales que recientemente había quemado mientras intentaba aprender el idioma iski, pensé en una analogía de mi situación. De ningún modo es una representación perfecta, pero para mi mente agotada por el calor del momento, parecía bastante apropiada. Fue más o menos así:
Imagina que has sido lanzado a una arena o palestra. La arena está llena de lodo –barro mojado, pegajoso y viscoso; llamaremos a este lodo “la cultura extranjera”. La cultura extranjera está diseñada para hacerte parecer estúpido, sin importar qué estés haciendo. Puedes tener dieciséis años de educación formal en tu haber, pero la mayoría de las personas de la cultura extranjera en la que estás viviendo probablemente pensará que eres el tonto más grande que hayan visto, y sinceramente se preguntarán cómo es que puedes vestirte tú solo.
Continuando con la alegoría, imagina que alguien suelta un cerdo salvaje engrasado en la arena. Tu trabajo es atrapar ese cerdo y dominarlo; el nombre del cerdo es “Idioma”. Idioma es escurridizo, errático, temperamental, y va a hacer todo lo que esté a su alcance para evadirte. Idioma progresa en el lodo (la cultura extranjera); donde tú caminas con dificultad y bregas, él se revuelca, se divierte y juguetea, sin sentirse más feliz que cuando está completamente cubierto de la materia.
También hay dos hombres corpulentos en la arena contigo, con bates de béisbol de madera; sus nombres son “Gramática” y “Vocabulario”. Estos hombres están a favor de Idioma, y la ambición de su vida es derrotarte completamente y dejarte sin sentido cada vez que te acerques a su porcino amigo.
Sudas petróleo persiguiendo a este chancho siniestro; patinas, te deslizas, salpicas, y haces el ridículo general de ti mismo, hasta que finalmente, después de una arremetida experta y perfectamente sincronizada, logras agarrar una de sus pequeñas patas rechonchas. “¡Ajá!” gritas en señal de triunfo, mientras sostienes el pequeño cerdo que se retuerce, y entonces, justo cuando empiezas a permitirte una sonrisa de satisfacción… *¡BUM!* Uno de los guardaespaldas de Idioma te ha golpeado en la cabeza, y quedas noqueado, tendido y sin gracia en un charco de barro.
Y, en caso de que estés pensando que esto parece más como una dramatización excesiva de las cosas, aquí está una conversación real que tuve con mi ayudante de idioma la semana pasada (por medio de la lengua de intercambio tok pisin):
Seth: “Bien, ¿qué está haciendo la señora en esta foto?”
Ayudante de Idioma: “Ana ugu akikmera. Está haciendo un fuego”.
Seth: “¿Ugu? Pensaba que era la palabra para ‘ir’, como en ‘anme ugupmera’ –Me voy ya”.
AI: “No, estás pensando en ‘ugu’. Ugu significa ir. Ugu significa fuego”.
Seth: “Muy bien, déjame escuchar ambas palabras otra vez”.
AI: “Ugu. Ugu. Ugu. Ugu. ¿Ves? ¿Te das cuenta que estoy arrastrando mi voz?”
Seth: (*pestañeo-pestañeo*) “…Bien, ¿cuál significa ir?”
AI: “Ugu. Ugu significa ir… por supuesto, ugu también significa ‘niebla’…”.
Nuestros compañeros de trabajo dicen que con el tiempo debemos ser capaces de ganarles a los dos hombres que tienen bates, y que después de eso las cosas serán un poco más suaves. Al menos eso es lo que pienso que dijeron. Tenía barro en mis oídos en el momento.
deborah says
Después de leer la alegoría ,creo entender la dificultad y frustración que puedes sentir .. Animo ..esfuérzate!! se Muy valiente no temas ni desmayes!!! al final del camino lograras dominar al puerquito 😉 bendiciones oraremos por ti!
deborah says
Después de leer la alegoría ,creo entender la dificultad y frustración que puedes sentir .. Animo ..esfuérzate!! se Muy valiente no temas ni desmayes!!! al final del camino lograras dominar al puerquito 😉 bendiciones oraremos por ti!
judy gill says
Gracias, Seth. Así es. Voy a compartir esta parábola con los que están en el campo estudiando idioma y cultura. Les va animar el hecho que no son los únicos!! 🙂
judy gill says
Gracias, Seth. Así es. Voy a compartir esta parábola con los que están en el campo estudiando idioma y cultura. Les va animar el hecho que no son los únicos!! 🙂
Martha Torres says
Excelente. Es una buena analogía. Creo que voy a leerla a mis estudiantes de gramática aquí en el instituto. Sólo espero que no sea de desánimo, sino que puedan ver que todos tenemos que enfrentarlo.
Martha Torres says
Excelente. Es una buena analogía. Creo que voy a leerla a mis estudiantes de gramática aquí en el instituto. Sólo espero que no sea de desánimo, sino que puedan ver que todos tenemos que enfrentarlo.