15 de marzo
Ayer mis hijas y yo perdimos nuestro vuelo a las Filipinas.
Increíble ¿no? Sigue leyendo.
Todos amanecimos en San Francisco. Hemos estado aquí esperando nuestros vuelos a Manila.
Antes de salir para el aeropuerto, empecé a trabajar en un posteo para mi blog que rezaba más o menos así:
¡Gracias, otra vez, por sus generosos donativos! Con los donativos que hemos recibido y los que han sido prometidos, ¡TODAS NUESTRAS NECESIDADES HAN SIDO SUPLIDAS! Y aun nuestro “deseo” de llevar nuestro perro a casa. ¡Gracias! ¡Desde el fondo de nuestros corazones!
Noticias maravillosas, ¿verdad? ¡Gracias, Señor! ¡Estamos muy agradecidos!
No tuve tiempo para oprimir “publicar” en mi blog. Era hora de salir hacia el aeropuerto. Decidí hacerlo cuando llegáramos a la puerta de embarque.
Tomamos esta foto en el hotel, antes de partir en esta aventura inesperada. *Pensábamos* que íbamos a tomar nuestro vuelo a Manila. ¡Mira esos rostros inocentes!

11:00 am Joel me deja a mí y a las niñas en el aeropuerto de San Francisco. En esta ocasión él tiene un vuelo diferente del nuestro, entonces volará más tarde.
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11:05 am Las chicas y yo vamos a registrarnos. pero el señor me dice que MI PASAPORTE HA CADUCADO HACE CUATRO DÍAS. Perdona, ¿qué me dices? Ay, no, ¡qué desastre! Me hiperventilo. Luego llamo a Joel y le digo que regrese por nosotras. Comenzamos a hacer llamadas telefónicas e introducimos la dirección de la oficina de pasaportes en el GPS. Las chicas y yo oramos.

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11:30 am Todos estamos de vuelta en el auto alquilado (¡gracias a Dios que alquilamos el auto por un día más!), preguntándonos en voz alta POR QUÉ NO nos dimos cuenta que mi pasaporte se había vencido.
Al fin y al cabo, no es la primera vez que hemos hecho este viaje.
Llamamos a Travelocity para averiguar qué sucederá si tenemos que hacer reservaciones nuevas. Oímos cifras como $3000 dólares; oramos.
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11:50 am Llegamos a la oficina de pasaportes; solo que ya no está ubicada en ese edificio. Alguien nos dice que la oficina se trasladó; volvemos al auto con la nueva dirección.
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12:10 pm Llegamos a la otra oficina de pasaportes. No nos pueden ayudar con servicio del mismo día. Pero nos dicen que vayamos a otra oficina que tiene servicio del mismo día. Me vuelvo a hiperventilar.
Entonces me doy cuenta que ¡justo afuera están los famosos tranvías de San Francisco! ¡No lo puedo creer! Tomo una rápida foto. También, justamente a estas alturas de los sucesos, Camryn fue bombardeada por la cuita de una paloma.
Bien… volvamos a la tarea que tenemos entre las manos.
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12:30 pm Llegamos a la tercera oficina de pasaportes. Pasamos por seguridad, subimos las escaleras. Conseguimos una solicitud de renovación; comienzo a escribir mi nombre. Dicen que PODRÍAN darme un nuevo pasaporte a las 3 pm… pero, que necesitaría fotos para pasaporte. Por supuesto, hay que tener fotos. Dejo de escribir y bajo corriendo las escaleras. Joel toma mi lugar en la fila de la oficina de pasaportes.
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12:40 pm Corro un par de cuadras hasta la tienda fotográfica que puede hacerme fotos para pasaporte. Corrí en serio. ¡Qué bueno que he estado entrenándome para esa maratón! No lo creas, es una broma. Escribo un poco más en mi solicitud de pasaporte mientras espero mis fotos.
Dieciséis dólares y 10 minutos más tarde, termino y vuelvo a pasar por seguridad y subo las escaleras, hasta donde está la gente de pasaportes.

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1:05 pm Nos sentamos y recupero mi aliento mientras esperamos mi turno; me río de mi nueva foto de pasaporte.
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1:25 pm Nuestro vuelo sale sin nosotros.
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1:30 pm Es mi turno en la oficina de pasaportes. Pagamos $170 dólares por un nuevo pasaporte que estará listo a las 3 pm.
Mientras tanto, Joel está buscando a través del teléfono nuevos vuelos para nosotros porque fuimos clasificados como “pasajeros que no aparecieron” y nuestro viaje entero de ida y vuelta fue cancelado. Ay, no.
Está prácticamente a punto de hacer reservaciones pero decide esperar hasta que tengamos el pasaporte en la mano.
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1:50 pm Vamos a una cafetería de la planta baja, almorzamos, y hace más llamadas. Programar un nuevo vuelo no se nada favorable; está muy caro. Joel baja las escaleras para poner un poco más de dinero en nuestro parquímetro.
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2:45 pm Esperamos mi nuevo pasaporte en la oficina.
Una hora más tarde… ¡lo recibimos! ¡Éxito! ¡Gracias, Señor! Subimos al auto y nos dirigimos al aeropuerto. Pienso en lo loco que será este posteo en el blog. Y me pregunto si alguna vez llegaremos a las Filipinas.
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4:15 pm Vamos al mostrador de la aerolínea y explicamos nuestra situación. Empezamos a oír la cifra de $3000 dólares otra vez; oramos.
Entonces, una señora muy, muy simpática se encarga de nuestro caso y reserva todo nuestro vuelo para el día siguiente… sin ningún costo adicional. Ella restaura nuestro mismo vuelo de regreso y nos da un descuento en un hotel del aeropuerto. ¡Guau! No podemos creerlo. Casi nos desmayamos de alivio; no podemos dejar de sonreír.
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4:45 pm Nos sentamos y oramos juntos… Agradeciendo a Dios por poner su mano soberana sobre este día de locura. Luego tomamos esta foto para recordar el momento.

10:00 pm Mis hijas y yo estamos cómodas en la habitación del hotel. Escucho el despegue de un avión y me pregunto si será el de Joel. Él vuela toda esta noche hasta Manila; lo seguiremos mañana en nuestro vuelo… el vuelo que fue una respuesta directa a la oración. Mi corazón está muy agradecido.
Este día no salió en absoluto como esperábamos. Estamos agotados; pero, huy, ¡cómo pudimos ver el cuidado de Dios! Gracias, Señor, sabemos que no tenías que responder de esta manera… pero quiciste hacerlo. Gracias por las bendiciones inesperadas en este día de acontecimientos inesperados. Gracias por cuidar tan bien de nosotros.
Gracias por ser el Señor de nuestro día de locura.
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