14 de marzo
Hace unas semanas, escribí un artículo lamentando el hecho de que no habíamos recibido frutas en el último vuelo del helicóptero que vino, y que no íbamos a tener la oportunidad de recibir algunas durante varias semanas más. A pesar de que fui un poco quejumbroso y patético sobre todo este asunto, aún así varias personas nos mencionaron después que habían sentido tristeza por nosotros y habían orado para que nuestra situación mejorara.
Oír que teníamos personas al otro lado del mundo que realmente estaban orando para que nuestra pequeña familia pudiera conseguir alguna fruta fresca aquí en la selva fue magnífico. ¡Lo que fue aun mejor fue que Dios proveyó la fruta!
Después de escuchar que no teníamos nada fresco para preparar la papilla de Griffin, ¡tres familias diferentes de la aldea se desviaron del camino para traer algunos de los bananos que habían cosechado en sus huertos! En realidad dos familias nos trajeron bananos; la tercera nos trajo dos submarinos amarillos. En serio, ¡eran los bananos más grandes que haya visto!
Su muestra de generosidad realmente significó mucho para nosotros, especialmente porque sabemos que las cosas han sido muy difíciles para ellos desde la sequía de hace unos meses, y sus huertos apenas están comenzando a recuperarse. Al final, ¡terminamos con más bananos en nuestra casa de los que hubiéramos recibido si nuestro pedido original hubiera sido traído en el helicóptero!
Por lo tanto, gracias por sus oraciones por nuestra familia. Gracias por apoyarnos, incluso cuando dejamos que las cosas pequeñas nos desalienten. Y, por favor, únanse a nosotros para dar gracias a Dios por Su disposición para proveer aun las cosas pequeñas, aunque solo sea para recordarnos que Él es más que capaz de llevar nuestras cargas, sean pequeñas o grandes.
Deja un comentario