15 de octubre
No ha caído una gota de agua en trece días. Y antes de eso, solamente hubo unos pocos aguaceros leves y casuales. Si tuviera internet aquí, investigaría en google cuánta lluvia se supone que la selva debería recibir al año… pero sólo tenemos una advertencia de pérdida…y es mucha. Quiero decir que todo el ecosistema recibe su nombre debido a la cantidad absurda de lluvia que cae en él. Entonces, como puedes imaginar, cuando se saca la “lluvia” de la “selva” todo lo demás se derrumba.
Estamos a punto de colapsar ahora. Estas son algunas de las cosas que hemos oído en las conversaciones de los últimos tres días…
“Todo lo que sembré se echó a perder; no está creciendo nada”.
“Mi huerto nuevo está completamente seco”.
“Mi huerto no está produciendo comida, por lo que me pregunto: ‘¿Qué voy a comer?‘”
Hace un par de días dimos una vuelta alrededor de varios huertos para ver los daños y, honestamente, fue aterrador. Sentimos la carga inminente de cientos de estómagos hambrientos puesta sobre nuestros hombros.
Pero la última expresión/pregunta realmente me perturbó…
“¿Me puedes dar leche para mis lechones? Ya han muerto dos porque escarban la tierra en busca de comida pero no hay nada”.
Si/cuando los cerdos empiezan a morir, la gente va a perder.
Desafortunadamente no hay soluciones fáciles para nosotros. No hay fondos del gobierno provincial para alimentar a estas personas. No tengo ninguna duda de que podríamos recaudar el dinero suficiente para alimentar a nuestra aldea (y tal vez incluso a otras dos) para superar los próximos meses, pero eso traería muchos problemas a nuestro patio.
Podríamos alimentar a los hewanos, pero si nadie alimenta a sus vecinos más agresivos que están acostumbrados a intimidar a cualquiera con tal de conseguir lo que quieren cuando lo quieren, entonces ¿imagina a dónde vendrán ellos a conseguir su comida?
En este momento hay algunas personas con una empresa local grande que están tratando de recaudar fondos/suministros para ayudar. Estamos orando para que sea suficiente ayuda para la zona circundante, a fin de que nuestra gente no se convierta en objetivo/víctima de sus coléricos y hambrientos vecinos. Y no estamos seguros de la cantidad ni de la frecuencia con que vendrá esta comida. Estas personas no tienen manera de almacenar alimentos a largo plazo. Las ratas se comerán cualquier cosa que no esté en recipientes resistentes (que la gente no tiene); no hay refrigeradores, congeladores, o incluso abrelatas. Estamos orando para obtener respuestas a todos estos obstáculos, pero, sobre todo, estamos orando por lluvia.
Mi pobre esposo está sobrellevando la mayor parte de esta carga. Afortunadamente uno de los primeros misioneros de la etnia hewa que ya está en un cargo de liderazgo aquí en PNG, hizo el contacto con la empresa que está tratando de ayudar. Por consiguiente, John Michael ha estado enviando informes por correo electrónico, recopilando información, tomando y enviando fotos (nada fácil a través de una radio de onda corta). Al mismo tiempo tiene que detenerse a escuchar a alguna persona más de la aldea que le dice lo mala que está la situación y le pide ayuda. Entre estallidos de peleas, escuchando quejas, y redactando informes, él ha logrado mucho en las últimas dos semanas. Mis mayores logros fueron hacer mayonesa casera (en la licuadora, no a mano) y conseguir que mis alumnos del jardín de infancia escribieran correctamente la letra “e” (es difícil). Básicamente el único apoyo que yo le ofrezco es: “Lo siento por todo lo que está sucediendo, toma este sándwich (con mayonesa) y al menos puedes celebrar que tu hijo no será analfabeta por mucho más tiempo”.
Parece que las cosas verdaderamente difíciles siempre ocurren aquí mientras un grupo de co-obreros está en Estados Unidos. Mientras no estuvimos, ocurrió el gran brote de sarampión y estoy bastante segura de que Susan no durmió en absoluto durante seis semanas seguidas. Y ahora estamos aquí, tratando de encontrar la manera de alimentar a las personas que viven día a día de los alimentos que cultivan en la tierra cuando ésta no producirá nada.
Jesús toma el mando. Y nosotros doblemos una rodilla… o dos.
Deja un comentario