Diecisiete libras de libros
16 de mayo
Cuando nos mudamos a Colombia, tuvimos que dejar atrás muchas cosas nuestras. Pero cosas sólo son cosas, ¿verdad? Lo que más no dolió dejar fue libros; los de nuestros hijos en particular. Una amiga me habló acerca de un ministerio llamado BookEnds International que envía libros a obreros en el extranjero, por lo que lo busqué de inmediato. Bien, ya hemos estado aquí durante casi un año y los chicos han memorizado todos sus libros, así que ¡fue muy emocionante cuando llegó nuestra primera tanda de libros nuevos!
Cuando contacté a BookEnds, me pidieron que les hablara de nuestros hijos y sus intereses. Yo elegí algunos de los libros, pero debido a que Jeanne llegó a conocer a nuestros hijos, ¡ella escogió la mayoría de ellos e hizo un trabajo increíble! Ellos también incluyeron libros con español para ayudar a los niños a mejorar su español. (Y recibimos unos casetes hermosos y un par de libros para Brion y para mí). Las palabras no pueden describir lo maravilloso que fue esto para nosotros. ¡Ahora lo único que necesitamos es un estante verdadero!
Hace un año
20 de mayo
Hace un año, abordamos un avión con dos hijos, 15 maletas, 4 piezas de equipaje de mano, un cochecito y corazones saltando en nuestros pechos. No hablábamos nada de español (aparte de poder entender un puñado de frases y palabras), no teníamos idea de qué esperar y estábamos listos para ser los mejores estudiantes de idioma allí. La realidad nos golpeó muy duro junto con la cultura, pero la fidelidad de Dios siempre ha sido nuestra constante.
Hemos tenido algunos altibajos intensos, pero es muy divertido ver hasta dónde nos ha llevado Dios en este último año. Un par de visitas al hospital, náuseas por el embarazo, amebas, viajes divertidos explorando más de este país, un nuevo bebé y horas y horas de estudio del idioma, ¡sólo por nombrar unas pocas cosas! Después que nació Liviana, adquirimos un nuevo sentido de urgencia en el aprendizaje de esta lengua y hemos estado trabajando duro desde entonces. Gracias a todos ustedes que han estado orando por nosotros y apoyándonos fielmente en este último año (+); ¡no estaríamos donde estamos sin ustedes!
Así que aquí está el próximo año. Señor, por lo loco que fue este año, no puedo ni siquiera imaginar que nos deparará el próximo, pero descansamos en el hecho de que tú lo sabes y nos ayudarás a sobrellevarlo.
20 de mayo de 2014
20 de mayo de 2015
La vida con tres pequeños
1 de julio
La casa es un desastre. Juguetes por todas partes, montañas de ropa (limpia y sucia), y se parecen un poco a los platos sucios apilados en la cocina. Nuestra sesión del idioma fue… muy interrumpida por los niños, por decirlo de una buena manera. La niña está gritando y luego procede a llenar sus pantalones y se escupe por todas partes y a mí al mismo tiempo. El niño de dos años pasa junto a mí y huelo un pañal muy sucio y es en días como hoy que me pregunto por qué decidimos tener tres hijos… en tres años.
Y luego, mientras estoy cambiando el maloliente niño de dos años, él ve una estrella y empieza a cantar la versión más dulce de Twinkle, Twinkle que haya oído alguna vez. Lo levanto y lo cargo por un momento y él comienza a besarme una y otra vez. Mi corazón está pleno; me olvido de la ropa sucia. Me olvido de la locura que trae nuestra vida todos los días y me siento agradecida por tener tres vidas pequeñas que enriquecen las nuestras todos los días.
Esta mañana estaba pensando acerca de por qué permito que nuestra casa se vuelva tan descontrolada y luego recordé. Ayer, un niño de tres años muy dulce y exigente quería sentarse en mi regazo cada vez que me sentaba. Decidí sentarme un poco más a menudo y absorber cada minuto de sus cariños voluntarios. No estaba enfermo, no estaba cansado, simplemente quería estar conmigo. Atesoré cada uno de esos momentos, sabiendo que muy pronto se habrán ido.
A veces pienso que estamos locos. Tratando de aprender un idioma, criando tres hijos que son muy cercanos en edad, no sabiendo la próxima vez que veremos nuestra familia, la lista podría seguir y seguir. ¿Pero saben qué? Me ENCANTA esta vida; algunos días no es fácil ser la compañera de aprendizaje de idioma de Brion. Tenemos diferentes maneras de aprender y de abordar nuestras sesiones del idioma. Luego añadimos todas esas otras cosas que ya he mencionado y pum, la vida se vuelve un lío. A pesar de lo difícil que son todas estas “cosas”, siempre tenemos al Señor y nos tenemos el uno al otro. Y tenemos nuestros hermosos hijos que nos encantan totalmente. (Quiero decir… oigan, ¡¿no los han visto?!)
Así que, después que los pañales fueron cambiados, el bebé se hubo calmado y el almuerzo fue comido, me puse en camino para tratar de abordar al menos un proyecto con dos de dichos niños. ¿Y saben qué? Esa pequeña dulzura de tres años me ayudó a ordenar la ropa y el bebé estuvo acompañándonos mientras ordenábamos todo. Los días con los bebés son difíciles, pero SIEMPRE se puede hallar gozo. Estoy feliz de haberlo encontrado, en lugar de enojarme por todas las tareas que tengo en la lista de pendientes. Encuentren gozo hoy; recojan esa pequeña nena de ustedes (si tienen una) y abrácenla como locos. Muy pronto nuestras casas estarán inmaculadas, será mucho más fácil lavar la loza y todos nuestros bebés habrán crecido y se habrán ido.
Eli, recibiendo una lección de español