Un hombre y un pequeño equipo hicieron una gran diferencia porque confiaron en Dios
Después que el Tifón Haiyán azotó las Filipinas el año pasado, las necesidades fueron abrumadoras; pero por fe, dichas necesidades fueron suplidas. Un misionero, y luego un pequeño equipo, entraron en acción e hicieron lo que estaba a su alcance, y terminaron sirviendo a una región entera del país.