Linda Krieg, misionera a la gente siawi durante muchos años, se está despidiendo.
“En este mes me despediré por última vez de mis amigos siawis. …Sí, será difícil”, admite Linda. “Pero yo sé que el mismo Dios que guió a Abraham, a Moisés, a Pablo y a muchos otros… dirigirá y guiará a Sus hijos siawis a medida que continúen andando con Él, fortalecidos por Su Espíritu”.
En este último viaje de regreso a Papúa Nueva Guinea, Linda voló con una gran carga de diversos artículos que necesitaba llevar, incluyendo dibujos nuevos para ilustrar la enseñanza bíblica cronológica, imprimidos en colores vivos sobre un papel a prueba de agua.
Los creyentes siawis progresivamente se irán quedando solos a medida que los misioneros se retiren de la iglesia de esta etnia. Ahora ellos “entenderán más claramente el papel de los misioneros”, comenta Linda. “Nosotros no estamos aquí para elevar su estilo de vida al nivel de vida occidental. No sería bueno para su desarrollo espiritual, aun si pudiera hacerse”.
Linda explica que su rol de misionera es, y ha sido, enseñar fielmente y mostrar con su vida ante la gente siawi la verdad de Dios de que el crecimiento y la transformación espiritual no tienen que ver con un acontecimiento exterior, sino con un cambio de corazón y un arrepentimiento, que son obras que el Espíritu de Dios está haciendo en las vidas de Sus hijos.
Linda sabe que los creyentes siawis, al igual que todos los demás creyentes, tienen pruebas por delante. “Ellos enfrentarán luchas y batallas espirituales, pero ¡nuestro Dios es suficiente!” afirma ella.
Al mirar atrás a sus años de ministerio en Papúa Nueva Guinea desde 1986, Linda se llena de agradecimiento con Dios por muchos compañeros de oración que han “provisto un sólido respaldo de oración a lo largo de los años”.
Ella conoce muy bien el gran significado de la oración en la efectividad del ministerio y está profundamente agradecida por “la cubierta de oración que ha rodeado… cada paso de la marcha”.
Linda dice que ella está “esperando el sonido de la trompeta. Solamente en el cielo”, comenta ella, “veremos la lista completa de todos los que han participado en llevar la Palabra de Dios a la gente siawi”.
“No importa lo que está reservado para mí, Jesucristo es el mismo ayer, hoy, y por los siglos”, informa Linda. “Qué día de regocijo será cuando estrechemos nuestras manos con los creyentes siawis en la eternidad!”.
Por la gracia de Dios, Linda Krieg —trabajando junto con una larga lista de coobreros fieles— ha invertido muchos años enseñando y amando a la gente siawi. Eso ha hecho una gran diferencia para la eternidad. Ora por la iglesia siawi mientras sigue creciendo en Cristo en maneras nuevas e independientes.