Los creyentes de la etnia biem querían reunir dinero para poder asistir a un congreso local para creyentes; decidieron que pescando lograrían ir.
“Ellos determinaron hacer algunas trampas para atrapar peces, para ahumarlos, secarlos y luego venderlos”, explica el misionero Brandon Buser. “Sin embargo, desde el comienzo resaltamos el hecho de que no sería tanto el dinero sino el ejercicio de todo esto y el ejemplo que ellos darían mientras manejaban el dinero —lo que sería importante”.
Aun los discípulos de Jesús experimentaron los desafíos de intentar pescar. “El primer obstáculo”, comenta Brandon, “era atrapar los peces, y eso es lo que nos hizo sonreír y maravillar por la bondad de Dios”.
Durante dos días, se envió un bote a pescar para ver qué proveería Dios.
El primer día, los creyentes regresaron con “una pesca considerable de atunes y otros peces”, informa Brandon. Otros pescadores regresaron el mismo día absolutamente sin nada.
“¡Huy, eso puso a hablar a la gente de la isla!”, comenta él alegremente.
El segundo día, hizo mal clima. Brandon dice que la gente les decía a los creyentes: “No salgan hoy. Los peces no están picando; es inútil”.
“Pero los creyentes decidieron intentarlo”, informa él. Y seis horas más tarde regresaron “con otro bote lleno de atunes, una captura aun mayor que la del primer día”.
Brandon dice que los creyentes regresaron con rostros radiantes, emocionados de ver a Dios proveyendo para ellos en esta manera visible. “Parecía un incidente semejante a ‘echad la red a la derecha de la barca’” comenta él; “¡Verdaderamente asombroso!”.
“Gracias por orar por nosotros, la comunidad de creyentes, para que continuemos evangelizando”, añade él. “Dios está haciendo cosas maravillosas y estamos agradecidos”.
La provisión de fondos para que la iglesia biem pueda asistir al congreso para creyentes es apenas una pequeña muestra de cómo Dios está obrando en esta etnia. Ora para que Su gracia anime y madure a Sus hijos allí, y para que las vidas de ellos brillen radiantemente con la misericordia de Dios ante sus amigos incrédulos, a fin de que muchos más lleguen a Cristo.