Los misioneros a la gente nahuatl han alcanzado una etapa emocionante de su ministerio.
Bernardina se casó con un integrante de una familia grande. Ella y su esposo viven junto con los padres de él, nueve hermanos y sus seis hijos pequeños en la aldea donde vive y ministra la misionera Katie Moore a la gente nahuatl.
“Bernie” como la llama Katie, empezó a trabajar con Katie en el idioma nahuatl hace aproximadamente un año. Ella visita semanalmente la casa de Katie junto con sus dos niños pequeños.
“Mientras los niños se atiborran de almendras, bananos y galletas con forma de animal, Bernie y yo nos dedicamos a estudiar nahuatl”, informa Katie; “ella ha sido una gran bendición para mí. Ella es muy inteligente, entiende ejercicios del idioma y ya sabe leer y escribir en su propia lengua después de unas pocas e ingeniosas lecciones mezcladas con español”.
Como es sumamente tímida, a Bernie le tomó un tiempo llegar a conocer y sentirse cómoda con Katie. Pero ahora, comenta Katie, “yo aprecio su calmado sentido del humor, su inteligencia aguda y su paciencia con sus hijos”.
Mientras Bernie comparte conocimientos de su cultura con Katie, su ambivalencia sale a flote cuando habla acerca de las tradiciones religiosas de los nahuatles. También es fácil notar que ella teme que pueda haber algo de verdad en algunas de las viejas costumbres y supersticiones.
“Ella está dudosa”, explica Katie, “pero continúa con esas cosas porque, como ella dice frecuentemente: ‘¿Quién sabe si eso es cierto o no?’”.
Katie y sus coobreros tienen una gran esperanza para Bernie y su pueblo. El equipo misionero ha pasado varios años estudiando la cultura y el idioma de sus amigos nahuatles. En el proceso, ellos han aprendido a querer esta gente que ha vivido, bregado y luchado tan duro y por tanto tiempo sin oír, en su propio idioma, el mensaje divino de liberación del temor y de la desesperanza.
La semana pasada, después de unas evaluaciones de competencia en el idioma, se determinó que el equipo misionero había alcanzado un nivel de destreza en el idioma nahuatl que le permitirá comenzar a trabajar pronto en materiales de alfabetización, en la traducción y en la preparación de lecciones bíblicas cronológicas.
Esta etapa de su ministerio les produce un gozo unánime. Es el siguiente paso para prepararse para compartir con la gente nahuatl, en su propia lengua, la esperanza y la redención que hay en Jesús, quien tiene la gracia y el poder para finalmente liberarlos de los terrores que han atormentado y gobernado su aldea durante generaciones.
“¡Estoy ansiosa por ver a Bernie leyendo la Palabra de Dios en su propia lengua!”, informa gozosamente Katie. “Estamos muy agradecidos con Dios por traernos hasta este punto y estamos deseosos de presenciar el siguiente capítulo de Su historia con los nahuatles”.
Ora por el equipo a los nahuatles mientras trabajan en alfabetización y traducción con el fin de compartir el Evangelio en la aldea nahuatl donde viven. Ora por Bernie y otros miembros de su pueblo para que Dios empiece a preparar sus corazones por Su Espíritu a fin de que oigan y acepten Su Palabra y las buenas nuevas de Jesús que ella les presenta.