Hace siete meses, Moisés, de 16 años de edad, estaba visitando a su tío (también llamado padre en la cultura mwinika), quien es el gran jefe de la aldea donde los misioneros Francois y Nadia Hattingh viven e invierten sus vidas para compartir el Evangelio con la gente mwinika. Moisés escasamente sobrevivió a un feroz ataque y posteriormente su pierna le fue amputada en un hospital de una gran ciudad distante.
Dios usó a Nadia Hattingh para servirle a Moisés en las primeras horas de su terrible trauma. Como Francois no estaba, fue Nadia quien trabajó para detener la hemorragia, lo llevó en su vehículo a la clínica más cercana y mal equipada, sostuvo la mano de Moisés mientras ellos limpiaban sus heridas (sin ningún otro calmante que Tylenol), le brindó frazadas y lo acompañó hasta que se calmó.
Luego ella condujo de regreso a la aldea, sola en la oscuridad, a través de una carretera desecha y oró y trabajó frenéticamente para hacer que Moisés fuera remitido a un hospital mejor equipado.
Meses más tarde, después de la amputación y de recuperarse, Moisés regresó a la aldea por un tiempo y Nadia limpiaba y vendaba sus heridas mientras él continuaba recuperándose.
Finalmente, Moisés regresó a la aldea de su madre, la aldea donde él nació.
La semana pasada, el tío de Moisés, el gran jefe, y el padre de Moisés vinieron donde Nadia a entregarle regalos de la familia en agradecimiento por ella haber ayudado al joven a través de su terrible experiencia. Ellos le trajeron una ahuyama enorme y 20 huevos —una fortuna en esa aldea mwinika.
“Su generosidad y agradecimiento me hicieron avergonzar”, comenta Nadia.
Nadia está triste porque Moisés vive demasiado lejos para asistir a la enseñanza bíblica ahora que ha regresado a su casa. “Sigan orando por este joven ya que tendrá que enfrenta muchos retos en los próximos años”, pide ella. “Oren por él, pues sus médicos podrían intentar adaptarle una pierna artificial, si su familia logra reunir los fondos para el viaje de regreso a la gran ciudad y los gastos médicos”. Pero más allá de todo eso, Nadia ora intensamente por el joven Moisés.
“Oren también para que él tenga un encuentro real con Cristo y llegue a conocerlo como Salvador”.