Jacop, junto con su hija Joheeh, visitó recientemente a la misionera Diane Kitchener.
Ella es una querida hermana gaviao que estuvo a punto de morir de un ataque al corazón. Diane le dijo que Dios tenía un propósito especial con su vida.
Luego Jacop compartió cómo había orado cuando pensó que iba a morir, reconociendo que Dios era su Creador y Aquel que da y quita la vida. Ella sabía que su vida estaba en las manos de Él mientras yacía en ese lecho de dolor.
Ella quería hablar acerca de cómo el poder de Dios había cambiado su vida, estando bien consciente de que su hija estaba oyendo. Su hija había empezado a descender por un camino similar al de ella –un camino que había llevado a Jacop a la prostitución.
Mientras Joheeh estaba recostada en el hombro de su madre, escuchando mientras ésta le contaba la historia a Diane, Jacop leyó 1 Juan 1:9 y contó cómo Dios la había convencido de que ella sería sanada.
Luego ella se recuperó, y su paz y su libertad eran evidentes en su rostro. Ora para que el testimonio de su vida ayude a su hija a optar por el camino de Dios.