Algunos creyentes daos estaban hablando acerca de un nuevo esfuerzo de evangelización que se está llevando a cabo en una aldea que nunca había oído el Evangelio. Y resultó ser una aldea con dos residentes de mala reputación.
“Entonces, ¿qué debemos hacer en cuanto a personas como esos dos hombres que han hecho cosas terribles contra el Creador?” preguntó Apiyaawogi. “Ellos han matado y han robado las esposas de otros hombres”.
“Sí, ellos han hecho cosas terribles… pero ellos no han oído las palabras del Creador como nosotros”, le respondió su esposa Wadamena.
“Es cierto”, acotó Debatoma; “tal vez si las palabras de nuestro Creador ya hubieran sido llevadas a su aldea, ellos nunca hubieran hecho esas cosas.
“No olvidemos lo que ocurrió con el apóstol Pablo”, apuntó Paatoma. “El gran Creador lo cambió a él e hizo que viera la verdad acerca de Su Hijo, Jesús… y Él ha hecho lo mismo en nuestra aldea.
Luego Paatoma añadió pensativo: “No hay ninguna persona que nuestro Creador no pueda cambiar; nadie está fuera de Su alcance”.
La discusión entre los creyentes daos terminó y Apiyaawogi fue convencido.
“Entonces invitemos a los dos hombres para que escuchen también”, concluyó él. “Quizás aun ellos no están fuera del alcance de nuestro gran Creador”.
El misionero Scott Phillips informa que esta conversación ocurrió hace varias semanas y que, desde entonces, los maestros bíblicos daos han estado enseñando dos veces al día, todos los días, en la aldea donde viven esos hombres.
Scott dice que un mensajero de esa aldea recientemente le trajo las últimas noticias. “Muchas personas están reunidas y oyendo la enseñanza bíblica… más de las que los maestros esperaban”.
A juzgar por los detalles adicionales del informe del mensajero, Dios está haciendo una gran obra, y fielmente está atrayendo a Él a las personas de otra aldea por medio de la enseñanza de Su Palabra.
Y tal vez tú te estás preguntando qué pasó con los dos hombres en cuestión.
“El mensajero nos dijo, comenta Scott, “que uno de ellos ha traído a toda su familia a la aldea para la enseñanza”. El otro ha desaparecido de la aldea, huyó para salvar su vida por causa de un homicidio que él cometió un tiempo atrás. Pero por la gracia de Dios, la mayor parte de su familia también está asistiendo a la enseñanza bíblica.
Scott y su esposa, Jennie, están felices y animados, y piden tus oraciones. ¿Orarás tú por la enseñanza bíblica en esa aldea? Ora para que Dios abra los ojos espirituales de los oyentes a medida que escuchan el mensaje poderoso del perdón y la redención de Dios por medio de Su Hijo.
“Oren para que Dios, por Su propia gloria, les conceda el arrepentimiento y realice el milagro del nuevo nacimiento en sus corazones a medida que oyen Su Palabra por primera vez en la historia de su clan y de su aldea”, pide Scott.
Redimir y transformar es lo que Dios hace, afirma esperanzado él. Y como les dijo Paatoma a los otros creyentes daos: nadie está fuera del alcance del gran Creador.