Curtis y Lesley Sewell son parte del porqué la plantación de iglesias tribales puede seguir progresando.
Ellos viven en un sitio más central donde tienen acceso a una tienda grande. Sólo tienen que ir al siguiente pueblo donde toman los pedidos que deben comprar. A veces dichos pedidos llegan a través de correo electrónico y pueden verse así:
- Una caja de jabón
- 3 kilos de zanahoria
- 10 paquetes de Top Ramen (una marca de fideos indios)
- Comida para pollos
Y más.
Este es un ministerio que incluye días ocupados comprando, enviando, buscando, pesando, empacando, enviando correos electrónicos, etc. Ellos apoyan a 17 familias, con nueve más que están en camino, por medio de este ministerio de comprar suministros. Estas personas viven en aldeas muy remotas esparcidas en una isla donde hay que usar pequeños aviones y helicópteros para entrar y salir.
Después de comprar, empacar y pesar los pedidos, hay que programar un vuelo. Todos los suministros son llevados al hangar para guardarlos allí hasta la fecha del vuelo.
La palabra fresco adquiere un nuevo significado ya que todos los artículos frescos, como frutas y vegetales, tienen que ser comprados el día antes del vuelo para que los misioneros puedan recibirlos solamente un día después.
Los misioneros son fieles para escribir notas de agradecimiento y aprecio por esta parte crítica en el cumplimiento de ir y hacer discípulos de cada tribu, lengua y nación. Estos son algunos de los comentarios:
“Muchas gracias por su fidelidad. Para nosotros las cosas serían mucho más difíciles sin ustedes”.
“Sólo queremos hacerles saber que realmente apreciamos… ¡la entereza con que ustedes desempeñan el ministerio al que Dios los ha llamado! ¡Gracias por servirnos y por permitirnos estar aquí donde estamos! Sabemos que nuestro último pedido de suministros fue enorme y sabemos que significó mucho trabajo y tiempo para ustedes completarlo y enviarlo a nosotros. Como ustedes lograron hacer llegar todo eso, nosotros podremos permanecer aquí mucho más tiempo”.
“Nosotros disfrutamos de unos tomates y cohombros frescos en nuestro almuerzo… y fueron deliciosos, después de semanas sin tener cosas frescas”.
“¡Todo lo que ustedes nos compraron está funcionando muy bien! Tener agua caliente disponible, después de habernos bañado con baldes de agua que calentábamos en la estufa de gas propano durante un tiempo muy largo, marca una gran diferencia”.
Gracias por orar por esta familia y otras, quienes son colaboradores con Dios, reconciliando a los perdidos con Él mismo.