La lectura de Romanos y Lucas, y los diálogos que se entablan acerca de los conceptos con el fin de asegurar una buena traducción, abren los ojos a la verdad de Dios.
Podríamos inclinarnos a pensar que la revisión de una guía de enseñanza o la revisión de una traducción tienen que ver solamente con gramática, sintaxis, ortografía y cosas por el estilo, pero los misioneros que están sirviendo en un grupo étnico están emocionados porque eso no es cierto.
Mientras ellos han estado revisando y clarificando los libros del Nuevo Testamento de Romanos y Lucas, y también desarrollando guías de enseñanza para Romanos, sus ayudantes nativos de traducción han adquirido un entendimiento de la verdad que nunca habían tenido.
Estos creyentes que están madurando, no solamente vuelven a leer lo que ha sido traducido, ellos explican lo que entienden profundamente en cuanto a los principios que están siendo comunicados. Es un gran escenario para aprender y crecer en su andar con Dios a medida que se corrigen conceptos erróneos.
Es una oportunidad “para realmente deleitarnos en la gracia que Dios nos ha mostrado a los creyentes al habernos puesto en Cristo. Entender que nuestra muerte, sepultura y resurrección con Él es el medio por el cual somos separados del poder de control del implacable, despiadado e inalterable tirano, el pecado, el cual siempre conduce a muerte; y es el medio por el cual somos liberados para convertirnos en esclavos de Dios, lo cual siempre resulta en vida eterna. Esta era la primera vez que ellos recibían la enseñanza de estas verdades bíblicas y Dios tuvo mucha gracia y les dio un buen entendimiento de lo que se dijo”, explican los misioneros tribales.
Estas porciones que son difíciles de explicar en cualquier idioma, pueden iluminar los ojos de estos creyentes tribales, quienes están ayudando con la revisión de la traducción, a medida que ven el poder de la gracia de Dios y empiezan a tener nuevo entendimiento espiritual.
Llegar a “la punta de la enseñanza”, lo cual es como ellos expresan partir de Génesis para finalmente llegar a la Resurrección, es una realidad para los maestros bíblicos tribales.
Muchos nos están pidiendo: “Oren para que Dios use Su Palabra, no la nuestra, para producir la obediencia de fe por amor del nombre de Cristo”.