Es bien sabido que el enfoque central de las misiones bíblicas es compartir las buenas nuevas de Cristo. La misionera Lynne Castelijn está absolutamente de acuerdo con esto. “Sin lugar a dudas”, comenta ella, “gran parte del trabajo misionero gira en torno a la traducción de la Biblia, la predicación del Evangelio, el desarrollo de lecciones bíblicas y el discipulado”.
“Pero”, añade ella, “es prácticamente imposible vivir con un grupo étnico de un país en vías de desarrollo sin mostrar el amor de Cristo en maneras prácticas también”.
Desde el comienzo, en los años 90’s, cuando Albert y Lynne Castelijn se unieron al equipo misionero a los banwaones, el trabajo de salud, los proyectos de desarrollo comunitario y otros ministerios prácticos han sido esenciales e integrales en su ministerio.
Y aunque, durante muchos años, ellos han estado involucrados personalmente con un ministerio material con la gente banwaón, recientemente los pedidos de ayuda se han incrementado; de hecho, a veces se sienten totalmente agobiados.
Cada uno de los vuelos recientes que llega para traerles suministros, al partir, ha llevado una carga completa de pacientes médicos. De esos pacientes que son enviados para buscar atención médica, cada caso es visto personalmente por Albert, discutido con los trabajadores de salud banwaones y se convierte en tema de muchos correos electrónicos con el personal de admisión del hospital. Además, se deben escribir cartas de remisión y hacer préstamos de dinero para el vuelo de regreso.
Adicional a la carga de las necesidades médicas, hay muchas necesidades comunitarias, como los proyectos de restauración que han seguido al tifón del año pasado y proyectos de agua para la comunidad, los cuales están en marcha.
Las palabras poderosas de Cristo en Mateo 25:40 constriñen los corazones de Albert y de Lynne a suplir estas necesidades prácticas; De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.
Pero el gran desafío es vivir en un lugar rodeado de tan vastas necesidades.
“Existe algo llamado ‘quemado por compasión’, y a veces hemos tenido destellos de eso en nuestras vidas”, comparte abiertamente Lynne. Las necesidades se están amontonando y los recursos son limitados. Esto puede ser muy abrumador.
¿Qué puedes hacer tú? Lynne dice que puedes comprometerte a orar conjuntamente por el ministerio de los Castelijn con la gente banwaón. Ella te insta a orar por sabiduría y discernimiento para saber a quién ayudar y cómo; por entendimiento para reconocer la diferencia entre soluciones de corto plazo y la verdadera ayuda a largo plazo. Ella pide que ores por Albert y ella —por aguante, por el amor de Cristo y Su provisión de recursos, y por compasión para ministrar en formas prácticas para Su gloria eterna.