Después de traducir diligentemente la Biblia durante décadas, se ha materializado un gran proyecto.
Linda Krieg esta feliz; en este verano [jun-sep], si el Señor lo permite, ella verá el día por el que tanto ha trabajado, y que ha esperado con mucha ilusión: Cerca de 200 Nuevos Testamentos completos en idioma siawi llegarán a salvo a las manos de los creyentes siawis de Papúa Nueva Guinea.
Ha sido toda una jornada. Una jornada cargada de demoras y desánimos. Una jornada que la gracia de Dios ha mantenido con vida durante décadas para Su gloria.
Linda llegó a la tribu siawi en febrero de 1987, y en los años siguientes, gran parte de su tiempo fue dedicado a traducir la Biblia. Debido a que ella también trabajó ayudando a otros misioneros con lingüística y traducción, y porque siempre había necesidades apremiantes en la tribu que demandaban su tiempo y atención, fue una tarea extensa y ardua.
Esta edición en rústica incluye aproximadamente la mitad del libro de Génesis y todo el Nuevo Testamento. Antes de esto, estas porciones de las Escrituras fueron difundidas a través de 15-20 libros. “Será una gran bendición tenerlas todas en un solo volumen”, comenta Linda.
A través de los años, informa Linda que hubo 14 ayudantes siawis que trabajaron fielmente a su lado y contribuyeron con este proyecto.
“Los ancianos siawis, junto con los otros creyentes de la tribu, tienen un gran deseo de tener la Palabra de Dios en un solo libro, y están emocionados al ver cumplido esto”, comenta Linda. “Ellos han estado comprometidos con el proceso de traducción a lo largo de los últimos años… debido al gran deseo de tener las Escrituras. ¡Yo sé que se van a emocionar y se van a deleitar!”.
Linda piensa viajar a Papúa Nueva Guinea en julio, para la dedicación del Nuevo Testamento en siawi. Le pregunté acerca de su ilusión personal con este evento trascendental. “¿Mi ilusión? Mi mayor ilusión era tener el Nuevo Testamento completo e impreso en mis manos. Ahora que lo tengo, anhelo ver los rostros de los ancianos y otros creyentes siawis cuando reciban estas biblias”.
“Sin embargo, más que nada”, comenta Linda, “anhelo ver cómo forma la Palabra de Dios las vidas de los siawis en los años venideros”.
Esta obra de transformación, Linda sabe, es resultado del incomparable poder de la Palabra de Dios. Y ése es el motivo exacto de su alegría.