Lo que realmente hace sentir abrumados a Brad y a Rebecca es no poder comunicar la esperanza de la reconciliación.
¿Qué clase de cosas en tu rutina diaria pueden hacerte sentir incapaz?
Para Brad y Rebecca Howe, no es la serpiente de 1,22 m de largo que encontraron en la cocina y tuvieron que decapitar en la bañera.
Aun cuando la malaria azota sin tener exámenes de laboratorio ni medicamentos para ayudar a esta gente a la que han llegado a amar, eso no los hace desistir de trabajar duro para usar todos sus recursos en la selva.
Las termitas que devoran las casas tampoco les han hecho sentirse incapaces.
Tampoco los pececillos mordiendo sus pies cuando llevan a su hijo a nadar en el río. Ellos siguen yendo, imaginando que es su inusitada piel blanca la que resulta confundida con la panza de un bagre viejo.
Cuando se acaba el agua lluvia que ellos recogen en los tanques de su casa, en lugar de rendirse, bombean agua desde el río. Y cuando los tábanos depositan sus larvas en los brazos de Brad, Rebecca simplemente las saca y le pone suturas a él; esto tampoco produce ningún sentimiento de incapacidad.
Pero después de los cuatro días de fiestas en la aldea y las profundas tinieblas espirituales, se hace evidente eso, lo que realmente hace sentir abrumados a Brad y a Rebecca es no poder comunicar la esperanza de la reconciliación.
“A veces nos sentimos muy incapaces al no poder explicar bien ninguna verdad espiritual a estas personas. A veces yo trato de explicarles la verdad a ellos en portugués, sabiendo, sin embargo, que realmente no entienden completamente lo que trato de comunicarles. Lo que podemos hacer, y trato de ser fiel en esto, es orar por sus almas. Nosotros los conocemos ya y tenemos una relación con ellos, así que el pensamiento de que cada uno de ellos pase una eternidad sin Cristo en el infierno literalmente puede llevarlo a uno a estar de rodillas”, informa Brad.
Esto los motiva a trabajar duro aprendiendo el idioma de la gente. Ellos están agradecidos por la ayuda que han recibido de aquellos que tienen más experiencia en el aprendizaje de idiomas. A pesar de que las evaluaciones sobre su progreso son intensas, ellos toman sus tareas y sugerencias muy en serio.
Para ellos es un privilegio estar con estas personas, invitados por Dios mismo para ser Sus embajadores con las buenas nuevas de perdón y libertad.