“¡La gente mengen al fin podrá leer el libro de Romanos en su propia lengua!” comparte Rebecca Preheim con lágrimas en los ojos, después de quince largos meses de duro trabajo en la traducción.
Los días que nos llevaron al último chequeo de Romanos fueron cálidos y sofocantes, algunos de los días más cálidos que Rebecca haya experimentado. La expectación se sentía en el aire mientras Rebecca Preheim se preparaba para reunirse con sus ayudantes de idioma méngenes, quienes volarían desde la tribu, y Jason Stuart, el consultor de idioma, en las oficinas de NTM en una ciudad cercana.
“Yo estaba muy nerviosa, sabiendo que teníamos tan poco tiempo para hacer el chequeo de idioma”, admite Rebecca Preheim.
En lugar de pasar el día de Año Nuevo, y los dos días anteriores, relajándose, Rebecca y sus coobreros méngenes trabajaron duro durante muchas horas revisando Romanos en cuanto a claridad y continuidad.
“Por primera vez en tres semanas, Dios nos bendijo con dos días de clima fresco”, comparte Rebecca. “En lugar de chequear los cuatro capítulos diarios que habíamos previsto, ¡logramos revisar 13 capítulos en dos días!”.
La segunda noche cayó en la víspera del Año Nuevo. En la mañana del tercer día, los ayudantes de idioma, Rebecca, y Jason se reunieron para orar antes de terminar la revisión.
“Todos estábamos agotados por el ruido de la noche anterior”, informa Rebecca. Pero cuando oraron, comenzaron a sentir nuevas fuerzas en Dios.
“Durante toda la mañana, vimos la fidelidad de Dios mientras terminábamos de chequear los últimos tres capítulos”, comparte Rebecca. Qué gran gozo ver a los ayudantes de idioma méngenes recibiendo con claridad la Palabra de Dios y retraduciéndola con exactitud para el consultor de idioma, Jason.
“Casi no podía creerlo cuando terminamos”, comenta Rebecca; “en unas pocas semanas, podré poner el libro terminado, encuadernado e impreso, en las manos de la gente mengen”.
Pero el gozo más grande para ella viene de saber que la gente mengen podrá compartir ahora el gozo de conocer las verdades victoriosas del libro de Romanos, las cuales hicieron que Rebecca continuara con la traducción durante tantos años.
Por favor, ora por Rebecca mientras hace las últimas correcciones en el libro de Romanos y lo manda imprimir y encuadernar para regalarlo a la gente mengen en febrero.