Para los misioneros Pete y Liesl Hypki, con sus compañeros Tom y Teresa Elkins, Rachel Chapman, y Katie Moore, conseguir una fuente de agua fiable ha tenido que ver más con que la gente nahuatl vea el poder del único Dios verdadero.
El equipo entiende la necesidad física de tener buena agua, por supuesto. Agua limpia que sea cercana, ahorrará las horas de tiempo gastadas en llenar los tambores de 55 galones sobre el camión que los transporta hasta la casa. En la actualidad es agua de una fuente sucia que tiene que ser filtrada muchas veces.
Pete y su equipo ven la búsqueda de buena agua como una oportunidad para compartir con sus vecinos el agua física que todos desean para vivir. Ellos esperan que la gente vea que ellos se preocupan profundamente por ellos.
Un día ellos esperan compartir la verdadera Agua Viva con la gente nahuatl.
El proceso ha sido largo; los obstáculos, enormes.
Después de obtener un avalúo en junio de 2011, ellos levantaron los fondos hasta marzo de 2012, cuando Dios proveyó todo el dinero necesario; fue una asombrosa motivación para seguir adelante.
Tan pronto Dios proveyó, descubrieron que el perforador había dejado de operar. Lograron contratar otro perforador, el cual se retiró en abril del mismo año. En aquel entonces era época de lluvias y era imposible perforar desde junio hasta septiembre.
Durante ese tiempo, se contactó una organización llamada Agua Viva Internacional. Ellos acordaron hacer el trabajo y lo programaron para enero de este año. Una vez se programó la perforación, hubo un error y tuvo que ser pospuesta. Luego surgió una preocupación en cuanto a cómo se haría llegar el equipo a través de esas carreteras en mal estado.
Otra postergación.
Por fe, Rachel dice que se continuó trabajando mucho en la excavación de hoyos para almacenar el agua necesaria para perforar, como preparación para el proceso de la perforación.
Finalmente, el trabajo se haría en marzo.
Las conversaciones con los nativos que observan mientras se desarrolla este proyecto no han sido alentadoras. Se ha especulado que el espíritu malo de la montaña que está en medio de la aldea no está contento.
Un hombre les dijo a Pete y a Tim que dejaran una ofrenda en la cima de la montaña para tener éxito. Según él, esto impediría que resultaran heridos o que tuvieran algún problema durante el proceso de la perforación.
Es fabuloso, piensa él, que los misioneros creen en Dios, pero Él gobierna arriba y el espíritu malo de la montaña gobierna en la aldea de ellos.
Fue una oportunidad para que Pete le testificara a este hombre que Dios es el Creador de la tierra y controla todo en ella. Le aseguró que nunca dejarían una ofrenda en la montaña ya que su fe estaba en el Dios Creador solo.
Sintiéndose incómodo, el hombre nahuatl desvió el tema de la conversación hacia camiones.
Ahora más que nunca el equipo desea ver que la perforación sea exitosa. Ellos creen que es una gran oportunidad para que se muestre el poder de Dios a aquellos que dudan.
Ora con el equipo por paciencia y paz mientras esperan a que la perforación dé con agua a través de capas de roca.
Gracias a todos los que han orado y a los que dieron para perforar este pozo.