Para Lourens Laureti, el viaje desde el centro de apoyo misionero hasta su sitio en la selva no fue un vuelo de 35 minutos en avión. En lugar de eso, se vio obligado a realizar una agotadora caminata hasta la aldea debido a una escasez de pilotos y combustible, informa él.
Primero, tuvo que pasar horas apretujado en una serie de vehículos de transporte público. La compañía fue estrecha y no propiamente de olor agradable, informa Lourens. Él pasó más de tres horas en una sola posición, sin poder moverse, y pregunta: “¿Han sentido alguna vez todo su cuerpo entumecido?”.
Cuando el vehículo hizo una breve parada, Lourens logró salir a duras penas debido al entumecimiento. “Era un espectáculo para todos y nos reímos mucho”.
Luego, viajó en camión durante dos horas hasta otra aldea. Allí, Lourens decidió pasar la noche en un alojamiento provisional debido a su persistente malestar por la posición estrecha que había soportado durante tantas horas. En la pequeña casa donde pernoctó, había gente dispuesta a compartir su comida con él; también había una buena cantidad de jejenes y pulgas.
Al día siguiente, Lourens finalmente estaba listo para comenzar la larga caminata desde la aldea agrícola hasta su destino –la aldea en la selva donde él y su familia viven y ministran. Lourens describe esta caminata como “un día en la selva a través de un río peligroso”.
Si estás imaginando algo como una excursión en un parque o en una reserva natural con caminos y sitios de descanso, no es así. “Constantemente uno tiene que caminar en el lodo”, explica él. “Uno asciende montañas peligrosas y frecuentemente se desliza y tiene que volver a empezar de nuevo”.
Para aumentar el desafío, llovió durante todo el día, lo cual intensificó el calor y la humedad.
Lourens finalmente llegó a salvo a la aldea de la selva que él llama hogar. Pero a lo largo del camino estuvo consciente, informa él, de que hay un método preferido para llegar allí.
“En momentos como éstos”, comenta Lourens, “aprendemos verdaderamente a valorar el programa de vuelos y nuestros pilotos. Por favor, ora por nosotros y por nuestros pilotos de NTM para que Dios continúe proveyendo las finanzas necesarias a fin de que podamos pagar un vuelo en lugar de tener que caminar. Y ora para que Dios provea pilotos, aviones y combustible que nos ayuden a ministrar con más eficacia.