Los misioneros Gary y Esther Smith tienen trabajos muy diferentes de la mayoría de la gente.
El ambiente es raro y las tareas son diferentes, pero las luchas que enfrentan los misioneros son las mismas que tú enfrentas, y las victorias se logran sólo en Dios.
El misionero Gary Smith informó que le resulta tan fácil ser atrapado por las metas de su trabajo —traducir, enseñar, impartir el discipulado— que puede olvidar que el poder para todas las cosas proviene del Dios de gracia a quien nosotros servimos. Y Gary observa que él puede dejar que esas tareas —tareas que son buenas e importantes— se interpongan en el camino de un andar saludable con el Señor Jesucristo.
Esos problemas de ningún modo son extraños, como uno pudiera esperar, cuando alguien vive en una aldea dinangat en las selvas de Papúa Nueva Guinea.
La esposa de Gary, Esther, lucha con educar a sus hijos en casa. “Esther hace un gran trabajo”, comentó Gary, “sin embargo, la pregunta que ocupa su pensamiento a lo largo de cada semana es: ‘¿Soy la persona adecuada para este trabajo?’”. Niños que a veces se ponen inquietos y se quejan, y tratar con discapacidades de aprendizaje, hacen esa lucha aún más dura.
Sin embargo, la educación por correo de sus hijos les permite a Gary y a Esther permanecer en la tribu y enfocados en el ministerio. Esther le ha hecho frente al reto; “ella es la persona precisa y está haciendo una labor fantástica”, informó Gary.
Otra fuente de lucha es el aprendizaje del idioma. “Esto no es extraño para ningún misionero tribal, pero a mí casi me saca del ministerio. Fue tan grande la lucha que casi tiro la toalla”, informó Gary.
“Pero cada una de estas luchas se ha convertido en victoria”, comentó Gary. “Los chicos parecen estar creciendo y aprendiendo a través de sus estudios por correspondencia, y el hijo con las discapacidades de aprendizaje está alcanzando a sus pares. En mi debilidad en el aprendizaje del idioma Dios ha sido fuerte”.
Ver a la gente dinangat confiando en Cristo y creciendo en Él es el mayor gozo de los Smith. Puede ser que tengan luchas, pero Dios da la victoria. Ora por Gary y Esther, y por los creyentes dinangats, quienes están madurando en Cristo.