Lisa Kappeler hizo su primer viaje de regreso a la aldea uriay donde vive. Ella hizo el viaje en una canoa con un matrimonio de la etnia abau y sus dos hijos. Lisa se sentó en la popa sobre unos listones de madera durante el viaje de dos horas.
“Cuando llegamos a la última curva antes de llegar a la aldea, podía oír a la gente gritando mientras se dirigían a la playa donde íbamos a arribar”, informó Lisa. “No estaba toda la aldea pero había un buen número de personas para recibirme. Incluso varios de los hombres me abrazaron cuando salí de la canoa. Muchos de ustedes ya saben que esto es muy inusual en su cultura –pero fue algo supremamente alentador para mí”.
“Wekot frio tortillas de sago para todos nosotros y nos dieron cocos para acompañarlas. Todos vinieron a la casa y nos limitamos a sentarnos y enterarnos de todos los nacimientos que habían ocurrido desde que me fui y de otros sucesos de la vida en general. La noticia más triste fue que la iglesia no se estaba reuniendo. Realmente sólo había cuatro parejas viviendo en la aldea en el momento, y otras dos parejas habían venido de la selva a pasar el día sólo para verme. Aendru, su esposa, sus mellizos recién nacidos y un hijo de dos años vinieron con el único propósito de saber cuál iba a ser el plan en la labor de traducción –eso me animó muchísimo”.
Aunque la iglesia ha dejado de reunirse, ahora con el regreso de Lisa dos creyentes se comprometieron a venir y ayudarla con la traducción de las Escrituras al idioma uriay.
Después de un cálido recibimiento, Lisa necesitaba ausentarse de la aldea uriay por un tiempo.
“Justo cuando estábamos saliendo, Stiben y Dakruma llegaron del otro lado del río donde habían estado todo el día. Ella vino y me abrazó y estaba genuinamente emocionada de verme. Fue muy dulce escucharla dando el crédito al Señor por cuidar de ella y su familia durante mi ausencia. Lo hizo tan naturalmente que me di cuenta que ella continúa recurriendo a Él a diario. Su esposo vino y me abrazó con su hijo en sus hombros –otro dulce encuentro justo antes de partir. Entonces nos subimos de nuevo en la canoa –sentándome en las tablillas otra vez— y nos marchamos”.
Oren por Lisa mientras traduce la Palabra de Dios al uriay. Oren para que los creyentes de esta tribu comiencen a reunirse nuevamente. Oren también para que algunos estén dispuestos a ayudar con la traducción de las Escrituras.