Jason Williamson no sólo es un misionero experimentado en el aprendizaje de idiomas, también está capacitado para ayudar a otros en esa misma área.
Y Jason dice que una de las bendiciones que disfrutó el año pasado fue la oportunidad de ayudar a algunos colegas plantadores de iglesias en sus respectivas obras indígenas en Papúa Nueva Guinea, animándoles en sus estudios del idioma.
Recientemente, Jason y un ayudante de idioma hicieron un viaje a varios de los sitios de ministerio más apartados de NTM. “Los equipos de esos sitios”, informa Jason, “han estado trabajando con esmero en sus estudios de cultura e idioma a fin de poder comunicar las preciosas verdades de Dios en una manera clara y precisa. Ésa no es una tarea fácil, y no existen atajos”.
Jason comparte que cuando aprendió el idioma tobo, lo hizo con la ayuda y el ánimo de coobreros y de otras personas que estaban capacitadas para ayudar a otros a aprender idiomas. “¡Hombre! Estoy agradecido por la ayuda y los recursos que ellos me dieron para cumplir esa gran tarea”, añade él.
Y ahora es el turno de Jason para ayudar a otros en la misma manera que él fue ayudado.
Hace varias semanas, Jason y su ayudante de idioma viajaron en helicóptero a varios sitios indígenas para sentarse y hablar con los equipos misioneros de esos lugares.
En uno de ellos, después de terminar las evaluaciones de idioma, Jason y el ayudante quedaron visiblemente impresionados por un matrimonio misionero, quienes aunque no habían tenido la oportunidad de terminar los estudios formales del idioma, realmente estaban a punto de hacer un trabajo fantástico en el idioma y ya casi habían terminado.
Jason les dijo a estos misioneros, a su equipo y a algunos ancianos indígenas que se habían reunido con ellos: “Aprender un idioma es como una maratón. Tiene un comienzo y un final, pero hay una gran distancia en medio”.
“Por la gracia de Dios”, les dijo Jason, “sus misioneros prácticamente han terminado y la línea de llegada está a la vista”.
Uno de los creyentes respondió: “Puedo ver que muy pronto estaremos llevando este mensaje a nuestra gente. Entiendo que eso es lo que tú estás diciendo y estoy muy emocionado”.
En otra parada, Jason dice que volaron a las montañas para visitar a los misioneros de otra tribu. La última evaluación de idioma que habían hecho estos misioneros había sido nueve meses atrás. El progreso de estos misioneros en el idioma también era excepcional.
“Pudimos decirle a uno de los miembros del equipo que había terminado el aprendizaje ‘oficial’ del idioma y podía pasar a desarrollar el currículo para el trabajo de alfabetización que se avecina. Otro integrante del equipo se encuentra a punto de terminar, y una familia misionera nueva nos está sorprendiendo a todos por la forma tan rápida en que están aprendiendo el idioma”, informa Jason.
“Qué gozo para nosotros saber que estos pueblos van a oír pronto acerca de su Creador y la provisión que Él ha hecho por medio de Jesucristo”.
Jason agradece a Dios por las bendiciones de estas visitas, las cuales le dan nueva visión y motivación para su propio ministerio con la gente tobo. Él también sabe que las oraciones del pueblo de Dios por los misioneros que están estudiando cultura e idioma son de suma importancia.
Él nos anima a orar por estas familias misioneras que están estudiando idiomas y por las tribus donde ellos sirven. Jason añade: “Oren para que los indígenas sientan una curiosidad por los misioneros y su mensaje, lo cual creará en ellos una sed de la Verdad. Oren para que entiendan la enseñanza cuando ésta empiece y lleguen a entender su pecado y el remedio que Dios ha provisto”.