Los grupos de búsqueda han rescatado a Chad Earl, misionero de NTM, junto con otros seis pasajeros que estaban desaparecidos después del naufragio de su embarcación que se dirigía desde la isla de Nueva Bretaña Occidental a la isla de Nueva Irlanda en Papúa Nueva Guinea el miércoles 19 de septiembre.
El señor Earl y ocho naturales de Papúa Nueva Guinea iniciaron el viaje marítimo de poco más de 60 kilómetros a la 1:30 p.m. del miércoles, hora local. Entre las 3:00 y las 4:00 p.m., una ola causada por una borrasca repentina inundó el bote y lo hizo naufragar en cosa de segundos, dejando a Chad y a los demás pasajeros aferrados a maderos y objetos de la carga del bote.
Tres de las mujeres no sabían nadar, entonces Chad y algunos de los otros hombres permanecieron con ellas. Ellos amarraron un tanque de gas a una cubierta de madera del barco y esperaron a que llegara la ayuda. Ellos habían estado viajando con otra embarcación que los vio hundirse y regresó a chequear su situación; sin embargo, la embarcación no pudo ofrecer ayuda.
Dentro de poco tiempo todo quedó envuelto en tinieblas, y Chad y los otros pasaron la noche aferrados a una balsa improvisada de madera y algunos objetos de la carga. Dos de los hombres se fueron alejando apoyados en varios objetos de la carga. Más tarde, llegaron flotando a la playa mientras Chad y los demás permanecían en el mar.
La Misión Nuevas Tribus en Papúa Nueva Guinea fue informada cuando la embarcación no llegó al anochecer. Los servicios de emergencias, las embajadas, amigos, familiares, y compañeros de oración fueron avisados. Al amanecer se movilizaron aviones y helicópteros de búsqueda y rescate. Los isleños se unieron, formando una gran flotilla de botes de búsqueda, y salieron a buscar a las siete personas que aún permanecían en el mar. Poco después de las 7:30 am, Chad y los demás fueron hallados. ¡Su rescate ocurrió quince horas después de estar a la deriva en el mar!
Chad ha regresado a tierra firme y piensa volver a armar sus viajes planeados de Evaluación de Grupos Étnicos. Él perdió todos sus aparejos, la computadora y la mochila; sólo conservó sus pantalones cortos. Sin embargo, estamos agradecidos por su regreso a salvo y el de los otros pasajeros.
La Misión Nuevas Tribus agradece a los muchos funcionarios del gobierno, especialmente a las Autoridades Nacionales de Seguridad Marítima de Puerto Moresby, las cuales trabajaron duro para ayudar en esta emergencia. NTM también agradece a los nativos de la etnia patpatar y a otras personas de la zona por hacer todo lo que estaba a su alcance para tener este feliz desenlace; gracias a cada uno de los que oraron.
Finalmente, NTM agradece a Dios, quien hizo los mares y las estrellas, el viento y las olas. Estamos agradecidos de que a un Dios grande y poderoso le interesen personas perdidas en un vasto océano y amigos en tierra seca, orando durante la noche por su seguro regreso.