Después de mucha oración, y después de hacer una visita a la gente hewa, Jag y Abby Dunn sienten paz de que están encaminados justo hacia donde Dios ha planeado que estén.
“Todas las cosas están avanzando muy rápido y sentimos que hay mucho por hacer”, informa Jag, “pero estamos confiando en el tiempo de Dios y sabemos que Él nos llevará adelante”.
Parte del proceso reciente, comenta él, ha sido “orientación selvática”. Esto implica visitar una obra tribal existente y aprender más acerca de la cultura de los misioneros que viven y sirven allí. Habiendo terminado esa visita la semana pasada, Jag y Abby continuarán trabajando y planeando en dirección al ministerio con la gente hewa.
En octubre, empezarán a visitar a la gente hewa y a ayudar a los coobreros a construir una casa allí. Poco después de eso, esperan comenzar a construir su propia casa. Jag espera que para principios de 2013, tendrán terminados la armazón y el techo con lona alrededor para hacerla habitable hasta que sea terminada más tarde.
Jag dice que la tribu hewa es un grupo étnico numeroso que vive en una región montañosa que se extiende por centenares de kilómetros. Jag y Abby sienten la carga de ayudar a alcanzar a la gente hewa, a la cual no se le puede enseñar la Palabra de Dios, a menos que ésta sea traducida y enseñada en el idioma de ellos.
“Durante mi visita a la tribu”, comenta Jag, “los líderes de la aldea expresaron su profundo deseo de que nosotros trabajáramos en su aldea”.
Jag dice que siempre había oído que había tribus que estaban pidiendo misioneros que fueran a enseñarles la Palabra de Dios, pero el hecho de haber participado personalmente en algo así “fue una experiencia superrealista”.
“Cuando ellos pidieron que yo y mi familia viniéramos, me sentí pequeño ante el pensamiento de que Dios pueda usarme en esta tribu”, comenta Jag.
Jag comparte su perspectiva de que hay mucho por hacer en la tribu hewa. Y siente poderosamente el llamado de Dios para ir a vivir y trabajar, junto con su familia, con esta gente.
Él también siente que hay una firme evidencia de que Dios ha preparado su corazón para este ministerio. “Ahora que he estado allí y he visto todo por mí mismo, ha sido asombroso ver a Dios confirmando nuestra simpatía por este grupo étnico”.
Por favor, oren para que Dios allane el camino y prepare los corazones de los hewas y de Jag y Abby Dunn. Oren por los meses de preparación y planeación que serán requeridos. Oren para que Dios empiece desde ya a abrir el corazón de la tribu hewa para que reciba Su Palabra y acoja la verdad y el poder transformador del Evangelio.