“¿Si captan ustedes nuestro entusiasmo?” pregunta Nicky Poarch. Se refiere al hecho de que ella y su esposo, James, se están acercando al final de sus estudios formales del idioma da’an.
“En cada carta de oración que hemos enviado recientemente, hemos estado comunicando nuestra emoción por estar cerca de alcanzar nuestra meta de aprender el idioma da’an”, comenta James.
Y Dios está obrando en la tribu da’an.
Como parte de la preparación para la evaluación de idioma que se avecina, James dice que Nicky compartió la historia bíblica de José con una amiga da’an no salva.
“Después de dos horas de hablar acerca de que Dios nos conoce y nos ama y tiene un plan para nuestras vidas, la amiga de Nicky ahora está pidiendo que le enseñen más historias de la Biblia. Un tiempo después en ese mismo día, ella trajo a su hermana para que Nicky le enseñara la historia de José a ella también”.
James agrega que ambas mujeres quedaron tan encantadas con la historia que querían llevar a Nicky a trabajar con ellas en los sembrados de arroz para que les narrara más historias.
James continúa: “Jesús estaba actuando a través de las relaciones interpersonales. Una persona da’an reconoce una amistad verdadera por medio de las relaciones interpersonales. Aunque nosotros hemos estado en la tribu durante dos años… sólo hemos llegado a la punta del iceberg en lo que tiene que ver con profundizar nuestras relaciones con nuestros amigos da’anes”.
Nicky informa que recientemente murió un querido amigo cristiano de otra aldea, llamado Susanto; James y Nicky asistieron a su funeral. Cuando la gente da’an escuchó esto, comenzaron a hacer preguntas acerca de Susanto y de las prácticas exequiales de la otra aldea. Esto propició muchas oportunidades para que James compartiera en qué manera era diferente Susanto y por qué su funeral fue diferente.
“A pesar de que hubo tristeza durante el funeral”, explicó James, “también hubo regocijo, sabiendo que Susanto está en el cielo”.
“¿Tú sabes si la gente se va a regocijar cuando tú mueras porque ellos van a saber que estás en el cielo?” James les ha preguntado a muchos de sus vecinos últimamente. Nicky dice que esta pregunta ha dado lugar a muchas discusiones extensas con sus amigos da’anes.
James añade: “Por favor, oren para que nuestras relaciones interpersonales con nuestros amigos da’anes continúen haciéndose más profundas. …Sabemos que las semillas plantadas necesitan raíces para crecer; estamos confiando… que los retoños van a crecer mucho y que el Espíritu Santo guiará y dirigirá e irrigará el terreno usando nuestras vidas según Su voluntad. Oren para que Nicky y yo seamos sensibles a Su guía”.