“Para completar una lista, debemos chequearla dos veces… o quizá tres o cuatro veces antes de terminar”, dice el misionero Jonathan Parker, quien es el administrador de las oficinas de NTM en Mozambique.
El ministerio de Jonathan incluye encargarse de las finanzas de los misioneros, coordinar conferencias del campo y ayudar con los arreglos de viajes, entre otras diversas tareas.
Una responsabilidad adicional es supervisar la compra de suministros para los misioneros.
“Una de nuestras primeras tareas del día es revisar nuestro correo electrónico”, informa Jonathan. “Podemos recibir listas de compras de varias personas para tenerlas listas y enviarlas con sólo unos días de anticipación. …La parte más crítica es estar seguros de entender lo que están pidiendo. Como nuestro equipo es internacional, puede ser muy interesante tratar de interpretar los pedidos, a pesar de que estén en nuestro idioma”.
Jonathan dice que un coobrero sudafricano pidió una vez unos “apósitos con ungüento” y él los buscó en vano en las farmacias, tratando de explicar en portugués lo que él pensaba que necesitaban los misioneros. Este coobrero estaba pensando, comentó Jonathan, en un tipo de vendaje de primera que está impregnado de ungüento. “En varias oportunidades recibí una mirada de perplejidad”, relata sonriendo Jonathan. Más tarde, Jonathan averiguó que un “apósito” simplemente es lo que comúnmente llamamos un vendaje adhesivo.
El siguiente paso para comprar suministros para los misioneros, comparte Jonathan, es asegurarse de que el trabajador mozambiqueño entienda los artículos de la lista. “La lista debe estar en portugués y a veces puede ser necesario adjuntar una foto, ya que muchos de los productos vienen de Sudáfrica, China e India y no tienen etiquetas en portugués”.
Recientemente, un trabajador mozambiqueño compró una lata de sardinas pensando que estaba comprando una lata de atún. “Lamentablemente, aquí casi todas las tiendas tienen una política de no-devolución”, comenta Jonathan.
El último paso en realidad es hallar todas las cosas. La disponibilidad de artículos cambia constantemente, explica Jonathan. “Cuando estábamos recién llegados, un misionero nos dijo que si veíamos algo que nos gustara y tuviera un buen precio, compráramos una buena cantidad porque quizá nunca volveríamos a ver ese producto. …En cualquier parte puede tomar desde un día hasta más de una semana comprar todas las cosas de una lista”, agrega él.
“Nosotros recibimos pedidos de todo, desde víveres, medicamentos, gas propano y ferretería hasta cosas como piezas para autos y motocicletas”, informa Jonathan. “Una vez que se compran todas las cosas que están disponibles, el siguiente paso del proceso es empacar y rotular todo para que esté listo para ser transportado”.
Irónicamente, a Jonathan realmente no le gusta hacer compras. Pero suplir las necesidades de sus hermanos en Cristo convierte una tarea que normalmente no disfruta en un gozoso servicio para Cristo.
“Hacer compras no es una de mis actividades favoritas”, confiesa Jonathan. “Pero estoy agradecido por la oportunidad de servir de esta manera a mis coobreros. Nuestra meta es evitar que ellos tengan que sacar tiempo del ministerio para hacer viajes de compras. Para nosotros es un privilegio participar en el equipo de esta forma”.
Jonathan dice que como él y su esposa, Lisa, son relativamente nuevos en este campo misionero (apenas han completado un año de servicio en Mozambique), les gustaría pedir oración para que puedan fomentar buenas amistades con los mozambiqueños. Él dice que, aunque la tensión cultural ha disminuido con el paso de los meses, es difícil comunicarse porque muchos mozambiqueños tienen muy poco conocimiento del portugués.
“Como nosotros vinimos a suplir una necesidad urgente, no tuvimos el tiempo normal de aprendizaje de cultura e idioma. Esto no se aprende por ósmosis, de modo que necesitamos sacar tiempo para esto”, comparte Jonathan. Oren para que Dios les permita tener algún tiempo para trabajar en los aspectos más formales de los estudios de la cultura y el idioma.
Él también pide oración por sabiduría, para saber cómo acercarse de la mejor manera y ministrar a sus amigos mozambiqueños, también pide por la gracia de Dios en la salud de ellos, especialmente para Lisa, quien ha experimentado algunos infortunios en su salud durante su primer año.
“A veces”, comenta con franqueza Jonathan, “es un reto estar aquí. Nosotros tenemos tres hijos adultos y un nieto (y uno más en camino) en Estados Unidos. La lucha con la nostalgia ha sido muy difícil en este primer año, por lo tanto, apreciaríamos que oren por esto también”.
Por favor, oren por Jonathan y Lisa Parker mientras sirven a Dios supliendo las necesidades de los misioneros tribales de Mozambique. Oren para que Dios los fortalezca para Su servicio, anime sus corazones y les dé un gran gozo a medida que confían en Él para bendecir y usar su servicio para Su gloria.