Sony es un joven de veinticinco años de edad. El misionero Paul McDole dice que cuando se llevó la Palabra de Dios por primera vez a su aldea en 2003, Sony fue uno de los primeros en responder al Evangelio.
Unos pocos años después de llegar a la fe, Sony comenzó a ser aquejado con un problema grave en su pierna. Al poco tiempo sólo podía caminar con la ayuda de muletas. Los médicos de la ciudad le recomendaron una cirugía y los misioneros coincidieron en que ésa era la mejor opción para Sony.
Pero la presión de la familia de Sony impidió que le hicieran la operación. Un tío incluso quemó todos sus registros médicos para impedir la cirugía.
Sony luchaba para conseguir el sustento diario con el reto adicional de tener que moverse con muletas. Él oró acerca de esta carga. Un día decidió que debía abandonar sus muletas; al principio, comenta Paul, Sony cojeaba mucho, pero con el paso del tiempo su pierna parecía fortalecerse. Al poco tiempo era capaz de llevar una vida razonablemente normal.
Pero las pruebas de Sony no se habían acabado. Hace varios años, sin su consentimiento ni su interés, los miembros de su familia se confabularon para arreglar un matrimonio para él. No era algo que Sony deseara, pero las normas culturales no le dejaron otra alternativa que casarse.
Su esposa tenía quince años de edad. “Ella nunca había oído el mensaje de salvación”, comenta Paul McDole. “En los primeros años, quedó embarazada en dos ocasiones, pero perdió ambos bebés”.
Aunque no era creyente, la esposa de Sony finalmente comenzó a asistir a las reuniones donde se estaba enseñando la Palabra de Dios. Las cosas estaban mejorando.
Luego, recientemente, Sony y su esposa tuvieron una discusión. La esposa de Sony salió corriendo en medio de la noche. En la mañana, Sony fue a buscarla, informa Paul, “la halló en un pueblo cercano con algunos amigos de mala reputación”.
Sony estaba angustiado y contrariado; decidió divorciarse de ella.
“Él vino donde nosotros en búsqueda de consejo, tan pronto regresó del pueblo”, comparte Paul. Aunque las Escrituras aún no han sido traducidas al idioma de él, Paul pudo explicarle y enseñarle lo que dice la Palabra de Dios acerca de que los esposos deben amar a sus esposas como Cristo amó a la iglesia.
Como resultado, Sony decidió hacer otro intento con su matrimonio. “Desde entonces hemos visto una mejoría en su relación; ¡alabado sea el Señor!”, informa Paul.
Sony es uno de dos jóvenes que parecen tener un gran potencial para líderes de la iglesia local, comenta Paul. No es de extrañarse, entonces, que las pruebas estén azotándolo duro y con frecuencia. “Durante las últimas semanas”, agrega Paul, “hemos podido enseñar sobre la crucifixión de nuestro Señor y Su resurrección. Para algunos, como la esposa de Sony, esta es la primera vez que han escuchado el mensaje de salvación… Estamos confiando en que el Espíritu Santo convencerá los corazones de pecado y les mostrará el amor de nuestro Salvador”.
Oren por Sony y su esposa. Oren para que Dios fortalezca la fe de Sony y le dé la gracia para continuar amando a su esposa como Cristo amó a la iglesia. Oren para que este amor sacrificial sea usado por Dios para suavizar el corazón de ella hacia la enseñanza de la Palabra de Dios. Oren para que Dios una en la fe a esta joven pareja y le dé un ministerio y un testimonio poderosos en su aldea.
Por favor, oren también por la enseñanza de la Palabra de Dios en el idioma buru. Oren por el equipo de traducción al idioma buru —que Dios anime y ayude poderosamente a cada uno mientras trabajan fielmente en la tarea que Él les ha dado. Oren para que la obra fiel de Dios continúe entre la gente buru para Su gloria eterna y para el bien supremo de ellos.