Cuando la gente se enferma en la selva, es un asunto serio. En efecto, muchas veces mueren.
El misionero Lourens Laureti informa que esta triste realidad se debe no sólo a la inexistencia de ayuda médica, sino también a la profundamente arraigada confianza animista en espíritus y hechicería que muchas veces rechaza la intervención médica.
Como resultado de un virus que se propagó recientemente en el pueblo, muchos méngenes se pusieron muy enfermos; uno de ellos eran un anciano, Kosai. Los misioneros intentaron ayudarlo hasta donde les fue posible, pero estaban limitados en lo que podían hacer debido a la resistencia de los demás miembros del clan. También trataron de convencer a su familia para que llevara a Kosai a buscar atención médica, pero fue en vano.
Kosai nunca se casó, por lo tanto, no tiene esposa o hijos que lo cuiden en su ancianidad. Después de varias semanas de enfermedad, Lourens informa que uno de sus coobreros encontró solo a Kosai en su choza en circunstancias muy graves.
Cuando los creyentes méngenes escucharon sobre la condición desesperada de Kosai, se reunieron y discutieron el asunto. Se decidió que saldrían y ayudarían a este pobre anciano. Ellos lo asearon y se encargaron de alimentarlo e hidratarlo; también limpiaron el sitio en que vivía. Algunos creyentes se quedaron con él hasta que se recuperó suficientemente para que los miembros de su clan decidieran de verdad llevarlo a conseguir ayuda médica a dos horas de camino.
El ministerio y el amor de los creyentes méngenes hablaron profundamente al corazón de los miembros del clan de Kosai. En el pasado este clan fue instrumental para perseguir a la iglesia mengen.
Lourens informa: “Una de las incrédulas expresó su asombro al decir que no entiende cómo los creyentes pueden continuar mostrando amor hacia aquellos que los persiguen. Eddie, uno de los maestros, le dijo a ella que es por causa del amor de Dios por nosotros que podemos mostrar amor a otros, porque Él nos amó y murió por nuestros pecados cuando aún éramos Sus enemigos”.
Lourens está convencido de que Dios está usando los tiempos difíciles, la persecución y aun las enfermedades para hacer que Su Nombre sea glorificado por medio de la fe y el amor que Él le está dando a la iglesia mengen. Continúen orando por los creyentes méngenes, para que el poder del amor de Cristo que mana a través de ellos suavice el corazón de los perseguidores de la iglesia. Oren para que Dios sane a Kosai y lo atraiga a Cristo. Oren para que Dios obre fielmente en las vidas de los incrédulos para llevarles al arrepentimiento y a la fe para Su gloria.