La misionera Beth Devine informa que tienen que limitar las horas de uso del generador del campus de Interface de Papúa Nueva Guinea porque los días de este aparato están contados. Hay un generador de reemplazo en camino, pero el tiempo de envío ya fue extendido y el tiempo de espera va a ser mayor a lo que el personal de Interface había considerado. Podría demorar un buen tiempo.
Mientras tanto, ellos pueden encender cada día el generador suficiente tiempo para cargar todas las baterías del campus. Pero deben ahorrar la electricidad cuando el generador está apagado, para que las baterías duren tanto tiempo como sea posible.
Beth informa: “Estoy sentada aquí en la oscuridad, agradecida por la electricidad para hacer funcionar mi computadora, enviar correo electrónico y actualizar nuestro blog. Nosotros no pensamos en la electricidad con mucha frecuencia… pero con ella hacemos funcionar nuestras computadoras, nuestras neveras; con ella también mantenemos congelados nuestros alimentos en el congelador, hacemos funcionar nuestras lavadoras, hacemos funcionar la bomba para sacar agua de nuestro pozo… Estoy segura que ustedes ya captaron la idea. ¡Necesitamos la electricidad para muchas cosas!”.
Beth dice que el martes pasado ningún generador estaba funcionando. Uno había estado apagado durante varias semanas, y el otro, después de miles de horas de uso, un motor reconstruido, y subsecuentes e incontables horas de uso, finalmente había llegado a su fin. La imaginación de todas las complicaciones que resultarían de no tener ningún generador fue suficiente para movernos a todos a orar, comenta Beth.
“Estamos agradecidos porque Dios les dio sabiduría a Jacob (el esposo de Beth) y al resto de los hombres encargados del mantenimiento. Jacob le hizo una llamada a un técnico en generadores y éste los guió en el proceso de reprogramar la unidad computarizada del generador. También estamos muy agradecidos con Jerry, un ingeniero de New Tribes Mission Aviation, quien, sin pensarlo dos veces, acudió a auxiliarnos. Así que, después de tres horas, ¡escuchamos el dulce sonido del generador funcionando!”.
El sonido del generador funcionando realmente era música para los oídos. Y aunque Beth escribió estas noticias desde su computadora en la oscuridad, expresó mucho agradecimiento por la electricidad para “hacer funcionar mi computadora, enviar correo electrónico y actualizar nuestro blog”.
Fácilmente, nosotros podemos dar por hecho que vamos a tener electricidad para hacer funcionar todas las cosas, dice Beth. Esta temporada de cortes en la energía eléctrica le ha dado a ella una nueva apreciación por la bendición que significa la electricidad. “¡Estamos muy agradecidos con la electricidad!”.
Y Beth dice que está aún más agradecida con un Dios tan poderoso y sabio que suple, no sólo energía eléctrica para su campus, sino la energía para vivir para Su gloria.
Oren por la gracia de Dios para todos los misioneros que tienen que depender a diario de generadores. Oren por aquellos que están encargados del mantenimiento y la reparación de este tipo de equipos para que la vida transcurra sin complicaciones. Oren para que el ánimo de la ilimitada provisión de Dios sea una bendición diaria mientras viven en total dependencia de Su energía.