Los candidatos a misioneros saben que su futuro ministerio manará de su andar en el Espíritu.
El misionero Mike Mikolavich visitó los centros de capacitación misionera de Missouri y de Canadá. Ambas visitas lo ayudaron a ver los afectos de los que están siendo preparados para el ministerio.
“Ellos están siendo equipados para desarrollar amistades sanas y amorosas con la gente de los países a los que Dios los envíe y para adquirir fluidez en las… lenguas francas de esos países”, informó Mike.
“Algunos pasarán luego a formar parte de equipos de obras [existentes] en diferentes grupos étnicos, los cuales están necesitando urgentemente más compañeros de equipo. Otros irán a nuevos grupos étnicos que no tienen acceso a Dios y Su Palabra en sus propios idiomas.
“[Entre tanto] otros integrarán lo que comúnmente se conoce como ‘ministerios de apoyo’, convirtiéndose en las manos y pies y ojos… de aquellos que viven y ministran en grupos étnicos remotos, a fin de que ellos puedan hacer todo lo necesario para ver el nacimiento de una iglesia de Cristo y luego edificarla hasta llevarla a una sana madurez”.
Mike descubrió que los estudiantes no estaban interesados en sus futuros ministerios sino que estaban enfocados en permanecer en Cristo y en darse a sí mismos como instrumentos de Su justicia para que el Espíritu Santo pueda estimularlos y capacitarlos para glorificarlo. Ellos reconocen que a medida que el fruto del Espíritu emane de ellos, otros serán atraídos a Cristo.
Así que no se trata de ser un traductor, un maestro bíblico, un piloto, o un comprador de víveres impresionante –se trata de andar en el Espíritu y evidenciar Su fruto constantemente. Nadie es eficaz sin el ministerio de la gracia.
“Quedé muy impresionado con la devoción de los estudiantes que escuché”, informó Mike.
Varios estudiantes estaban definitivamente interesados en servir en Papúa Nueva Guinea, donde sirve Mike, mientras otros estaban considerando diferentes países. Por favor, oren por las personas que están siendo equipadas para la obra del ministerio y por los instructores, a fin de que todo esto cumpla los propósitos divinos.