Kwaelom, un creyente siawi, fue llevado al hospital y regresó con un diagnóstico de probable cáncer. A la misionera Linda Krieg le preocupaba si él permanecería fiel a Cristo en medio del dolor o si recurriría a los poderes de Satanás en las últimas etapas del cáncer que son muy dolorosas.
El Señor, sabiendo cuán doloroso puede ser el cáncer, misericordiosamente llevó a Kwaelom al hogar después de sólo seis días. Y a medida que el tiempo de su partida se acercaba, él urgía a su familia a no seguir las viejas costumbres de destruir la casa o cortar los árboles frutales de la persona que ha muerto. La razón de estas costumbres era impedir que los espíritus molestaran a los vivos.
Kwaelom le dijo a su familia: “Vayan a mis huertos y coman la comida. No se cohíban de comer pudín de sago (una comida básica de los siawis)”. Él les dijo que sabía adonde iba a ir su espíritu y que no tenía temor.
Su funeral fue un tiempo de regocijo. “Una de las damas dijo: ‘No fue un tiempo de duelo sino de celebración’”.
Otros contaron cómo el Señor había usado a Kwaelom a través de los años. Él había ayudado a Ron Lindsey, el misionero que trabajó originalmente con los siawis, a adquirir la fluidez necesaria para compartir el Evangelio por primera vez. Kwaelom ayudó con la traducción de la Biblia cuando la mayoría de los demás no querían hacerlo.
“Aunque Kwaelom era, por naturaleza, un hombre temeroso, permaneció fiel al Señor mientras muchos otros dieron la espalda”, informó Linda. “Él pasó más de la mitad de su vida siendo adoctrinado con las mentiras de Satanás, con la enseñanza de que los hechiceros tenían mayor poder que cualquier otro ser, incluso sobrepasando el poder de Dios. Él tenía más de 30 años de edad cuando escuchó la verdad de la Palabra de Dios”.
Pero Kwaelom escuchó el mensaje de libertad porque había algunas personas orando y contribuyendo fielmente para que los misioneros pudieran continuar enseñando la verdad. Alabemos a Dios porque él se ha marchado a un lugar donde no hay más dolor ni temor.
Oremos por los ancianos siawis que están dirigiendo la iglesia. Oremos por Linda Krieg, la única misionera que está trabajando actualmente con la iglesia siawi. Ella desea terminar la traducción de la Biblia al idioma siawi antes de partir.