La vida diaria en una selva tropical. Lourens Laureti dice que aún está pasmado por algunas de sus realidades.
Al regresar recientemente a su hogar en la aldea, después de una breve ausencia en la cual asistieron a un taller de traducción, la familia Laureti descubrió que las cucarachas se habían dado un banquete con los suministros de la oficina, consumiendo papel, pegamento y sobres. Y estas criaturas entremetidas no se detuvieron en la oficina. Consumieron los paquetes de aluminio de la cocina que contenían cosas como pasta de tomate y sopas. Además, Lourens escribe que las arañas se han instalado en cada rincón, dándole un nuevo significado a las palabras “diseño de red”.
Esto llevó a Lourens a pensar en algunos de los componentes únicos de su vida selvática tropical. Él informa que ya que la humedad es bastante garantizada de un 100 por ciento, la ropa se humedece tan pronto como uno se la pone, ya sea con sudor o con lluvia.
En lugar de oír bocinas de carros y el estruendo de televisores, ellos oyen perros ladrando, gallos cantando y cerdos descontentos dando chillidos por encima del fuerte chirrido y zumbido de insectos. Además, Lourens dice que está el sonido constante de “gente peleando, gritando, cantando, rajando leña y trabajando alrededor de sus casas”.
El clima cálido y húmedo afecta el cuerpo en varias maneras. Lourens informa que los jejenes causan picazón y enrojecimiento de la piel de brazos y piernas, y hay varios tipos de erupciones y hongos cutáneos que deben atacar.
Pero este último regreso al hogar fue más notable para los Laureti, no por algunas de estas características inconvenientes de la vida selvática tropical. Sino porque, a pesar de los ajustes, regresar a su casa en la aldea mengen fue una experiencia muy feliz. “El regreso a la (vida de la) aldea se ha vuelto muy especial, porque sinceramente amamos a nuestros amigos de la aldea. …A nuestros amigos siempre les alegra vernos, y los creyentes siempre tienen alguna historia emocionante que contarnos acerca de la fidelidad de Dios”, comentó Lourens.
Él agrega: “De un momento a otro las cucarachas, el clima y los sonidos no parecen un problema en absoluto”.
Oren por la familia Laureti y por otras familias misioneras que gozosamente se ajustan a la vida en aldeas remotas de la selva tropical. Oren por el ministerio en curso de los Laureti con la gente mengen. Y oren para que la gracia de Dios desarrolle y madure a Su Iglesia reunida de cada tribu, lengua, pueblo y nación —aquellos que Él amó y redimió por la obra de Su Hijo.