A finales de este mes, los creyentes uriayes se unirán con creyentes de otros ocho grupos lingüísticos diferentes para disfrutar de un tiempo de comunión y aliento de la Palabra de Dios.
La gente de la etnia abau va a acoger el evento y se están preparando para recibir un gran número de creyentes.
Todos estos grupos viven en lo profundo de la selva y van a hacer un gran sacrificio para recorrer la distancia a fin de reunirse con los demás. El deseo es que su fe se sobreponga a las barreras culturales y lingüísticas y permita una dulce comunión en Cristo entre estos grupos diferentes.
Los uriayes fueron salvos hace 14 meses y sus amigos misioneros están asombrados y encantados con su crecimiento en el Señor en este corto tiempo. Oremos para que continúen respondiendo a la Palabra de Dios.