Daapoi y varios creyentes daos caminaron dos días hasta un pueblo remoto para ver cómo estaban los creyentes de allí.
Cuando llegaron, Daapoi comenzó a enseñar sobre el bautismo en el libro de Hechos. Su plan era realizar el primer servicio bautismal en ese pueblo.
En su viaje de regreso, ellos prepararon un informe para los misioneros Scott y Jennie Phillips, y también para los demás creyentes daos.
Cuando llegaron, entraron en fila al pueblo, Scott y los creyentes de allí estaban terminando su estudio del libro de Romanos. Todo el grupo se sentó y esperó a que los aventureros les contaran lo que había sucedido.
Oseyaa, con su rostro radiante de gozo, fue el primero en hablar:
“Fueron bautizados 15 nuevos creyentes”, dijo él, “le hicimos preguntas a cada uno de ellos para estar seguros de que entendían bien el significado del bautismo y la obra de Yesusi (Jesús), y de que habían puesto su fe en la muerte de Él en la cruz de madera a favor de ellos”.
Todo el grupo averiguó con emoción los nombres de los que habían sido bautizados. Luego alguien mencionó que Kegapooi había sido bautizado. “Él es el hombre mayor de allí, ¿verdad?”, preguntó Scott.
“¡Sí, Kegapooi también! ¿Pueden creerlo?” preguntó Uwomuku. “Nosotros tuvimos que sostenerlo y ayudarlo a pararse en el río para que no se cayera porque la corriente es fuerte y él ya está muy débil. No obstante, él también quería ser bautizado, de modo que hicimos lo que él pidió y sostuvimos sus brazos para afianzarlo mientras era bautizado como un emblema ante todos los aldeanos y todos los visitantes de que él había puesto su confianza en la obra consumada de Jesús a su favor”.
Luego el anciano Paatoma se levantó con una sonrisa en su rostro y les dijo a los creyentes: “Kegapooi es como el sol en su ocaso. Sólo le quedan pocos días y partirá. Qué hermoso es que en la última parte de su vida haya confiado en Jesús y tenga el deseo de mostrar a toda la tribu su decisión. Es un gran ejemplo para todos nosotros, los daos, jóvenes y viejos”.
Todos se sentaron asintiendo con sus cabezas. El grupo entero se regocijó, especialmente por el bautismo de Kagapooi.
Oremos por Scott y Jennie mientras continúan alimentando y pastoreando a los creyentes daos. Oremos por los creyentes en tanto que alcanzan a otros pueblos daos con las buenas nuevas de Jesucristo. Oremos por los creyentes que fueron bautizados recientemente, para que crezcan en su andar con el Señor.