La gente isán de Tailandia realizó una ceremonia de tres días para repeler a los espíritus malignos de su aldea y exorcizar a los espíritus devoradores de hombres de unas personas que supuestamente estaban involucradas en magia negra.
Esta es la primera vez en diez años que se ha hecho este tipo de ceremonia, y se permitió que Dan y Laurie Fuller pudieran observar y aprender más de la cultura isán.
Ellos observaron al hechicero mientras ponía su pie sobre un azadón candente y a su vez lo ponía sobre una mujer para exorcizar sus demonios. Él pisó sobre ella una y otra vez hasta que estuvo seguro de que estaba libre de demonios.
Los isanes habían decidido llevar a cabo la ceremonia porque habían ocurrido cuatro muertes recientes. La gente sentía que un demonio devorador de hombres estaba en algunas de las personas y estaba causando las muertes.
Los isanes también tejieron coronas de hierba con la intención de repeler a los espíritus malignos. Había coronas clavadas en todas las casas, excepto en las de los misioneros.
Cada familia trajo arena y piedras para que fueran bendecidas por el hechicero. Luego tomaron estas cosas y las esparcieron alrededor de sus casas para rechazar a los espíritus.
En el tercer y último día de la ceremonia, los aldeanos trajeron arroz pegajoso y otras clases de comidas para presentarlas ante los hombres religiosos para que las bendijeran. Los hombres tomaron lo que podían comer y lo pusieron en tazones sobre la mesa. Luego los aldeanos comieron el resto de la comida. Al final de la ceremonia, la gente regresó a sus casas con cuerdas blancas amarradas en sus muñecas para protegerse del mal.
Oremos por los Fuller y sus coobreros, Martin y Christiane Schumacher, mientras aprenden más de la cultura y el idioma de los isanes para que puedan presentarles el mensaje del Evangelio. Oremos para que los isanes escuchen el mensaje de vida y sean liberados de su temor a los espíritus malignos.