Después de pasar años aprendiendo la cultura y el idioma de la gente siar, y después de pasar algunos meses enseñando la Palabra de Dios desde la Creación hasta Cristo, el viernes, Lane Sanford enseñó sobre la muerte, sepultura y resurrección de Cristo.
“Después de completar la lección, yo simplemente pregunté a los siares si ellos tenían algunas preguntas o comentarios y luego me senté”, informó Lane.
Lane no estaba seguro de qué podría pasar. Su mente se llenó de preguntas e incertidumbre. El silencio no ayudaba.
Luego Jon se puso de pie. Jon había estado ayudando a Lane a preparar las lecciones bíblicas, de modo que esta era la segunda vez que él escuchaba lo que Jesús había hecho por él y su gente. Jon estaba emocionado, lo cual es inusual en él, o en cualquier otro siar.
“Él compartió cómo la Palabra de Dios en el relato de la creación le reveló al Dios verdadero que es perfecto, todopoderoso, y el Creador de todas las cosas”, informó Lane. “La Palabra de Dios le mostró a él que no importaba lo que él pensara de sí mismo, la verdad era que él era pecador, separado de Dios, y que el castigo por sus pecados estaba pendiendo sobre él.…
“Él sabía que la muerte sobre la cruz debió haber sido para él y que él la merecía, pero Cristo tomó su lugar y sufrió el castigo por su pecado. Jon dijo que creía firmemente esto, y que estaba seguro de que Dios lo había redimido y que ahora estaba en el clan de Dios para siempre”.
Luego Jon retó a su gente diciendo: “Compañeros, esta es la verdad, la única. Y es tiempo de que decidamos si la vamos a creer o no. …Todos ustedes necesitan decidir qué van a hacer con el Evangelio; ¡es para ustedes y deben decidir!”.
Enseguida Tomulai se paró y dijo que había estado despierto durante toda la noche después de oír sobre el sufrimiento que Jesús había experimentado por él. Luego Ogen se puso de pie y dijo simplemente que la muerte de Cristo en efecto era el único camino a la vida eterna. Después de eso, Sali dirigió unas palabras a Lane y a sus compañeros de equipo. Los misioneros que están ministrando a los siares son Lane y su esposa Karrie, junto con Jonathan y Melissa Jackson, y Chris y Erin Lujan.
Lo que Sali quería decirles era ‘gracias’. “Él nos agradeció por dejar a nuestras familias y venir aquí a traerles la verdad”, informó Lane. “Él estaba agradecido por eso y por la verdad de la muerte de Cristo que ahora él entiende y cree”.
Dos mujeres, Sakman y Redi, se sentaron juntas diciendo: “Eso es todo. Esta es la única verdad, y solamente la obra de Jesús por mí es la verdad que puede salvarme. ¡Estamos creyendo esta verdad y nunca la cambiaremos por algo más!”.
Tinamidil, una mujer silenciosa, dijo: “Esta es la única verdad, eso es seguro, y yo la creo”.
Stiven dijo que él creía que la obra de Jesús era completa y que era el único camino a la vida eterna.
“Una cantidad de individuos, esposos y esposas, ancianos y ancianas han creído”, informó Lane. “La verdad del Evangelio ha resplandecido en las mentes y corazones de los siares, y muchos han respondido en fe”.
Ahora, después de años de trabajo para llegar a este punto, comienza la labor dura, la obra que sigue hacia el establecimiento de una iglesia madura entre los siares.
“El deseo primordial de Dios para los siares es que haya una iglesia madura y próspera, compuesta por hombres y mujeres que estén arraigados, creciendo y dependiendo únicamente de la Palabra de Dios. Lo cual significa que no estamos en el final de este trabajo con los siares sino en el comienzo mismo”, comentó Lane.
Por favor, oren para que los siares que aún no han tomado la decisión de seguir a Jesús, lo hagan a medida que los Sanford, los Jackson y los Lujan tienen reuniones de seguimiento con cada individuo. Oren para que aquellas personas que han creído, aprendan y crezcan. Oren por perseverancia para los misioneros en la tarea que tienen por delante.