La gente de la etnia yembiyembi de Papúa Nueva Guinea recientemente terminó de oír las lecciones sobre el libro de 2 Tesalonicenses. Cuando el misionero Tim Shontere anunció que empezarían el estudio de Apocalipsis, tuvieron un récord de asistencia.
La enseñanza bíblica de Tesalonicenses ya había generado una cantidad de preguntas pues los creyentes quieren entender la profecía.
Un creyente se refirió a la oportunidad de estudiar Apocalipsis: “Estoy muy emocionado por oír acerca de los últimos días y lo que Dios nos ha dicho acerca de las cosas que acontecerán. Necesitamos estudiar versículo por versículo y estar listos porque yo ya tengo 30 preguntas para hacerles a ustedes. Nosotros hemos oído hablar de cosas como el 666, el anticristo, y la palabra ‘tribulación’, pero sólo son palabras vacías de español para nuestros oídos. Estoy muy agradecido de que Dios les haya traído a ustedes a compartir la Palabra de Dios en nuestro idioma para que podamos entenderla”.
El equipo misionero a los yembiyembis también ha comenzado otra clase de alfabetización y ha tenido un récord de asistencia allí también. En esta ocasión, 42 de los 45 estudiantes no son creyentes. Los creyentes esperan que a medida que los estudiantes aprendan a leer la Palabra de Dios por sí mismos, confiarán en Cristo.
“Aquellos que se opusieron vieron cómo la última clase realmente aprendió a leer. No sólo saben leer, ¡pero también predican! Las vidas cambiadas de los estudiantes anteriores inquietaron a otros para venir a aprender a leer”, comentó un creyente.
Ellos notaron que Dios está usando las clases de alfabetización para traer a los perdidos al redil. “Cuando ellos aprendan a leer el Libro de Dios por sí mismos, sus mentes se aclararán y algunos se cruzarán al lado de Dios. Dios está usando este curso de alfabetización como un tiempo de evangelización”, les dijo otro yembiyembi a los demás creyentes.
Oremos para que los creyentes yembiyembis que están estudiando las lecciones sobre Apocalipsis entiendan claramente el mensaje de Dios para ellos. Oremos también para que los incrédulos que están aprendiendo a leer y escribir entiendan la Palabra de Dios y confíen en Cristo.