El pastor Ben Hazen cree que cuando las personas ven que el plan de Dios desde el comienzo era alcanzar el mundo, encuentran un sentido de propósito, y la iglesia se beneficia.
Tal vez las respuestas a esos grandes interrogantes que atormentan a los cristianos realmente no sean tan difíciles.
“Para nosotros, las misiones no son solo una de las cosas que la iglesia está haciendo”, comentó Ben Hazen, director de discipulado para adultos en la iglesia Community Baptist Church de Montoursville, Pennsylvania. “No es solo una de las cosas que Cristo le dijo a la Iglesia que hiciera. Esto es algo que Dios ha estado haciendo desde el principio, y creo que cuando nuestros hermanos comprenden eso —ahí está la razón; ahí está la razón de las misiones.
“No es que ‘El misionero está tratando de hacernos interesar en las misiones’, o ‘El pastor está tratando de hacernos interesar en misiones’, o ‘Los apóstoles, ellos tuvieron esta idea de las misiones’. No, esto es lo que Dios ha estado haciendo desde el principio. Creo que si una iglesia va a captar la visión de misiones y lo que Dios está haciendo, tiene que entender que esto es algo que Dios ha estado haciendo desde el principio y lo hará hasta el final”.
Ben cree que esa visión impacta en las personas.
“Hemos descubierto que cuando las personas ven ese propósito, tienen un mayor interés y deseo de participar en misiones, y yo añadiría que los que han salido a tratar de participar en ese propósito han encontrado gran gozo y una gran razón para existir. Ellos han encontrado las [respuestas a]: ‘¿Para qué estamos aquí? ¿Qué quiere Dios de mí? ¿Cuál es la voluntad de Dios para mi vida?’ Ellos han comenzando a encontrar algunas de esas respuestas, y están contentos —tienen más alegría”.
Esa sensación de satisfacción y
alegría era evidente al hablar con otras personas de la iglesia.
“Estoy feliz de ser parte de algo más grande que yo”, dijo Troy Kanouff, un
integrante de un equipo enviador de una de las parejas misioneras que apoya la
iglesia Community Baptist. A Troy le parece que todo lo que hace la iglesia está
relacionado con misiones; “eso es lo que Dios nos llama a ser. Es Su historia, y
Él quiere que hablemos a otros de Él. …Es chévere ser parte de eso”.
“Me emocionó estar en un equipo enviador”, expresó Missy Ward, que está en el equipo enviador de Tyler y Allegra Sanford, misioneros de Ethnos360. “Puedo ver el impacto que esto tuvo en esos misioneros”.

La participación en misiones va más allá
Las misiones siempre han sido parte de la cultura de Community Baptist. Harry Boyer, presidente de la junta de ancianos de la iglesia, dijo que los informes sobre las primeras reuniones en 1950 muestran que desde el principio ellos decidieron garantizar un cierto porcentaje del presupuesto de la iglesia para misiones.
Pero esto ha ido más allá.
“Se ha convertido en una relación personal entre las personas”, comentó él. “No es solo: ‘Ellos son nuestros misioneros y los apoyamos porque eso es lo que debemos hacer’. …Esto tiene que ver con fomentar amistades; y cuando fomentas esas relaciones, la gente te ama y trabaja contigo y te apoya porque te ama”.
“Y luego eso evoluciona al siguiente nivel”, informó Harry. Las personas comienzan a ver lo que son capaces de hacer y cómo pueden participar.
Community Baptist alienta esa visión. “No está bien que no hagas nada cuando puedes hacer algo”, dijo Ben, “pero queremos estar seguros de explicarle a la gente lo que pueden hacer”.
Eso es vital porque las misiones son una tarea descomunal.
“Cuando piensas en más de 1.600 grupos lingüísticos que no han sido alcanzados, cuando piensas en la necesidad anual promedio de un misionero —para la persona promedio, eso está mucho más allá de su alcance”, comentó Ben. “Ninguna persona va a alcanzar 1.600 grupos lingüísticos. Ninguna persona va a levantar el 100 % del nivel de apoyo de un misionero. Pero lo que termina sucediendo es que, si la persona promedio que asiste a la iglesia simplemente acaba mirando las cosas que están más allá de su alcance, no se involucrarán; solo dirán: ‘Es demasiado para mí’. …
“‘Quiero hacerlo, y sé que debo, pero no sé cómo’. Si podemos dividir la tarea en partes más manejables, ellos sentirán que hay algo que pueden hacer”.
Missy estuvo de acuerdo en que los desafíos pueden ser “abrumadores” y que “es difícil no pensar en esto solo como una cuestión de dinero. …Obviamente podemos dar —y debemos— pero… esa no es la única manera de participar. …Ellos pueden conectar —hacer [que los misioneros] sepan que son importantes y que no han sido olvidados”.
Involucrarse un poco, de alguna manera, conduce a una participación más profunda.
“Encontramos que hay una fuerza real”, dijo Ben; “que cuando tal vez empiezan apoyando a un misionero con $10 dólares al mes porque es todo lo que pueden dar, encontrarán que es mucho más fácil dar $25 al mes, o incluso $50 al mes porque hay fuerza”.
La gente necesita ver el panorama general
Ben, quien también es presidente del comité de misiones y que describe su trabajo como “agitar una enorme pancarta para las misiones”, dice que explicar “el proceso misionero” es vital. La gente necesita comprender el panorama general, el llamado y la necesidad, y también el hecho de que los misioneros pasan por una capacitación, una búsqueda de personas que apoyen su ministerio y una orientación en el campo antes de que su ministerio de plantación de iglesias pueda comenzar en serio. Incluso entonces, el trabajo tiene que pasar por varias fases —el traslado a la comunidad étnica, el aprendizaje de la cultura y el idioma, la alfabetización de la comunidad, la enseñanza bíblica, la labor de hacer discípulos, el desarrollo de liderazgo y la capacitación de maestros.
“Muchas personas de las
iglesias ni siquiera saben que hay personas allí que ni siquiera han oído el
Evangelio antes, y por eso hemos encontrado que exponer todo el proceso es
clave”, expresó Ben.
“Cuando ellos ven todo el proceso de principio a fin, ya pueden empezar a conectar
los puntos [del rompecabezas] y ver que, ‘Oh, ellos podrían necesitar esto’; ‘Aquí
hay una forma en que podría ayudar’; ‘¿Irán a necesitar una casa cuando lleguen
allí? Bueno, oye, yo soy constructor; voy a ir allí y les construiré esa casa’.
Antes de que ellos puedan haber pensado en alquilar una casa en medio de la
nada.
“Así que en cuanto a nosotros, sentimos que esa información y enseñanza es clave, ya que es difícil para nosotros comprometernos con lo que no sabemos. Pero cuanto más sepamos al respecto, veremos más claramente, ojalá incluso por el Espíritu Santo, cómo podemos participar”.
Los equipos enviadores ayudan a que las personas participen
Es por eso que los equipos enviadores como los de Troy y Missy son tan valiosos para Community Baptist.
A través de los equipos enviadores, dijo Ben, “las personas de nuestra iglesia cuentan con una manera directa de participar. …En muchas ocasiones un misionero vuelve a casa y sus necesidades están más allá de los recursos de una sola persona”; quizás necesiten un carro o estén afrontando un gran gasto médico.
“Hemos visto que la gente se siente intimidada por eso o se quedan con la pregunta: ‘Bien, ¿cómo puedo ayudar?’”
Pero los equipos enviadores de Community Baptist conectan a la gente en un grupo de cinco o diez personas que pueden abogar por los misioneros y “comunicar esas necesidades a toda la iglesia”, dijo Ben.
Ben llamó a estos equipos enviadores “una línea de comunicación directa con la iglesia”. Y no se trata solo de comunicar necesidades o informes. Se trata de comunicar lo que está sucediendo en sus vidas, incluso cosas que pueden ser, como dice Ben, “vergonzosas o difíciles”.
O como Deb Hanczar, miembro del equipo enviador de los esposos Tim y Sue Sanford, misioneros de Ethnos360, dijo con una sonrisa: “Es la única vez que se nos permite ser entrometidos”.
“Cuentas con alguien en la iglesia que sabe de ti y sabe cuál es tu situación”, dijo Harry. “Se ha derribado el muro de: ‘No podemos compartir eso porque se vería mal’. Ellos pueden compartir a un nivel íntimo… esas cosas que no le dirías a todo el mundo; se convierte en una relación personal”.
Por lo tanto, Troy no utiliza WhatsApp solo para hablar con los misioneros en cuyos equipos enviadores él está. “No soy un buen cantante, pero les canté ‘Feliz Cumpleaños’ a ellos. Probablemente eso no sonó bien pero los hizo reír, estoy seguro de eso”, comentó Troy.
Missy se alegra de haber podido conocer tan bien a Tyler y a Allegra. “Es emocionante saber que a Tyler le gusta root beer [cerveza de raíz, una bebida refrescante dulce] y a Allegra le gusta el jugo de mango”.

Las amistades crean participación
Harry dijo que esas relaciones personales continúan a través de la iglesia. “Estamos interesados porque alguien que conocemos está interesado en lo que está pasando, y eso ha bendecido a la iglesia porque ahora hay personas que quizá no conocen a un misionero en particular, pero conocen a la persona que está en su equipo enviador, y esa persona del equipo enviador está entusiasmada e interesada, y ese interés se contagia”.
Harry lo comparó con la propagación de un fuego, que enciende el interés y la participación.
Es por eso que los equipos
enviadores son “una forma indirecta de discipulado para las personas”, dijo Ben.
“Estamos observando que muchas veces nuestros
equipos enviadores tienen más pasión o interés en las cosas espirituales. …Creo que tiene algo que ver con juntarse
en torno a un propósito, en torno a un misionero. …Y luego, cuando ves
oraciones contestadas y necesidades suplidas, …hay un mayor nivel de entusiasmo”.
Eso también se traduce en “estímulo para la verdadera comunidad cristiana en nuestra iglesia. Sí, queremos que los misioneros sean ayudados, …pero nos hemos beneficiado mucho más allá de eso”, comentó Ben.

Wayumi: otra vía de participación
El cercano programa Wayumi de Ethnos360 también ha sido mutuamente beneficioso.
“Desde que se comenzó a desarrollar el programa Wayumi, Community Baptist Church ha estado muy involucrada”, informó Greg Sanford, director de Wayumi y maestro y anciano en Community Baptist.
Los equipos ayudaron a remodelar los edificios que habían sido usados durante años como un centro de capacitación misionera. Cleon Watts, miembro de la iglesia, intervino ayudando a supervisar el trabajo cuando un misionero de Ethnos360 tuvo que apartarse por una muerte en su familia. Ellos despejaron la tierra, construyeron cabañas, donaron paneles, madera y más.
“Tuvimos un grupo de jubilados que llegó a ser conocido como ‘Los Demoledores’ porque vinieron y destruyeron cada edificio que necesitaba ser remodelado”, dijo Greg.
Los miembros de Community Baptist siguen participando.
“Ayudamos a hacer compras antes de que vengan los grupos”, informó Bill Hanczar, el esposo de Deb. “Ayudamos a hacer aseo después que salen los grupos. …Estamos… felices de estar tranquilos y sirviendo”.
“Linda, mi esposa, viene y trabaja en la cocina, y le encanta ser parte de algo así”, comentó Troy. “Es una bendición para nosotros. …Vienes aquí y puedes trabajar hasta que estás completamente cansado y te has divertido”.
“Es otra manera para que ellos… realmente se involucren en misiones”, dijo Ben. “Me siento mal por las iglesias que no tienen esa oportunidad”.
Y hay beneficios adicionales.
“Otra cosa que Wayumi hace por nosotros”, comentó Ben, “es que nos da un nivel de respaldo. No es Community Baptist la única interesada en misiones; hay muchas iglesias y grupos. Entonces Wayumi [es] otra voz… diciendo que esto es verdad, que esto es lo que Dios tiene para nosotros, que este es el propósito de Dios, que esto es lo que Él nos ha dejado aquí para hacer. Así que no se trata solo de nosotros”.
¿Es demasiada participación?
Eso no quiere decir que las personas no tienen preguntas, e incluso dudas a veces, acerca de la participación misionera de la iglesia.
“A medida que tratamos de promover y empujar las misiones, especialmente sobre dar más para misiones”, dijo Ben, “uno piensa, ‘bueno, ¿estamos apartándonos de nuestro fondo general y de las cosas que se supone que debemos hacer como iglesia?’
“Y hemos visto que parece que a Dios le encanta bendecir y estimular en gran manera a las iglesias que están asociadas con Él en la Gran Comisión. Y, por lo tanto, creo que cualquier gramo de energía o incluso de dinero que invertimos en misiones no quita de nuestro balance final: le añade a nuestro balance final —que Dios lo vea y lo recompense”.
Deb lo llama “las matemáticas de Dios”.
Aunque ella y Bill están jubilados y tienen un ingreso fijo, ellos han obedecido la guía de Dios de apoyar a más personas y a veces aumentan lo que están dando, “y las matemáticas de Dios son verdaderamente sorprendentes”. Ella ve lo mismo en el presupuesto para misiones:
“Es como si miráramos este
balance —hemos gastado esta cantidad de dinero, [pero] estamos por encima del
dinero”.
Más allá de los presupuestos y el dinero está la cuestión del éxito.
“Creemos que las misiones son una clave para ser una iglesia exitosa”, dijo Ben. “El éxito en misiones nos hará una iglesia exitosa, al menos según la idea de éxito de Dios”.
Haciendo frente a buenos desafíos
Y como con cualquier paso de fe, el énfasis de las misiones ha producido desafíos, uno de los cuales está afrontando Community Baptist en este momento. Media docena de parejas y familias de Community Baptist se están preparando para ir al campo misionero.
“Estamos en una posición única como iglesia”, comentó Ben.
El desafío es “cómo asegurarnos de tener el adecuado apoyo económico para todos los que están en esta oleada que está surgiendo”, dijo Harry. “Vamos a tener que asumir nuestra responsabilidad porque ellos son nuestra gente”.
“‘Fiel es el que os llama, el cual también lo hará’”, Ben citó 1 Tesalonicenses 5:34. Él nos ha llamado a alcanzar a las naciones, y Ben dijo que “aquellas iglesias que abrazan eso radicalmente, tal vez a un gran costo para sí mismos o más allá de su presupuesto o de sus medios normales” encontrarán que Él es fiel. “Eso no significa que no estemos nerviosos a veces; [pero] año tras año el Señor continúa bendiciendo a los que están saliendo”.
Una visión estrecha y profunda de las misiones
Sin embargo, Community Baptist asume lo que algunos ven como una visión estrecha de las misiones.
“Nuestro enfoque sería cualquier persona y cualquier esfuerzo cuya meta principal sea llevar el Evangelio a los que no lo han oído”, afirmó Ben.
“Creemos firmemente que en la Gran Comisión misma, cuando Jesús dice: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones… Él está hablando de grupos étnicos. Creemos que la palabra clave para misiones es ethnos [grupo étnico]”.
Pero la visión también es profunda.
“Por cada uno de los que están en la primera línea, probablemente hay diez o doce personas que no solo están comprando suministros y enseñando a los niños y transportando personas, [pero] también hay quienes apoyan aquí en el país [de origen del misionero] —los que están capacitando a esos misioneros para que vayan al campo, los que… edifican sus casas y todo eso.
“Queremos poder conectar los puntos [del rompecabezas]”.
Ese entendimiento ha llevado a un miembro de la iglesia, Tom Garber, a comenzar un ministerio de apoyo llamado I-Tech, que atiende las necesidades de electricidad, particularmente las necesidades de energía solar, de los misioneros que trabajan en sitios remotos; la iglesia lo respalda porque los puntos se conectan.
“Cada aspecto es importante”, añadió Missy. “Ellos no pueden hacer lo uno sin lo otro; no pueden estar en la [aldea] si alguien no puede llevarles suministros”.
“Es necesaria la participación de todos para hacer que esto suceda”, asintió Troy. “Si no fuera por el instituto bíblico, si no fuera por el centro de capacitación, si no fuera por Wayumi —es necesario todo eso para hacer que funcione. …Todos tienen un lugar en esa historia”.

“Nosotros realmente no diferenciamos entre un plantador [de iglesias] y un misionero de apoyo”, dijo Harry. “Nuestro punto de vista sobre los misioneros de apoyo es que son parte del equipo, parte de la cadena de todos los que tienen que estar allí para hacer posible que esos misioneros permanezcan en el campo”.
“Es el Cuerpo de Cristo, realmente, en acción”, dijo Chris Santalucía, director de ministerios de pastoreo de Community Baptist.
“Creo que a veces la gente que sirve en Estados Unidos podría pasar… desapercibida”, dijo Shelly Karshner, que está en un equipo enviador de los esposos PJ y Heather Garton, quienes sirven en el centro de capacitación de Ethnos360 en Missouri. “Creo que a veces sus necesidades pueden ser mucho más grandes de lo que nos damos cuenta”.
Deb recordó un viaje que hizo a Papúa Nueva Guinea y al personal de un centro misionero de allí.
“Ver a todas esas personas en esa función de apoyo, desempeñando un papel tan vital —todas las compras de suministros, el pesaje para los aviones, el embalaje de todo. …Son necesarias personas especiales para hacer eso”.
La pasión de que la gente escuche
Muchos dirían que también son necesarias personas especiales para relacionarse con las misiones y los misioneros de la forma en que la gente de Community Baptist lo hace; pero todo es cuestión del corazón.
“Solo tienes que tener un amor y un deseo de que las personas escuchen la historia de Dios”, dijo Troy. “Si no tienes ese amor, no crees en misiones, no crees en la iglesia, no crees que nada de eso funcione para ti. Tienes que tener esa pasión de que la gente oiga el mensaje del Evangelio”.
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