Los dos últimos números de esta revista han visibilizado maravillosamente el papel de la iglesia local en el cuidado y el mantenimiento de los misioneros. A medida que seguimos focalizando la iglesia local y las misiones, surge de manera natural la pregunta: ¿Qué constituye una iglesia?
Obviamente son individuos y familias; a menudo estos individuos (o familias) se proponen gastarse a sí mismos en las vidas de misioneros junto con la iglesia.
Sabemos por experiencia personal que muchos de ustedes han estado apoyando a miembros de la familia durante años —con dinero, oraciones, visitas y con pequeños actos especiales de bondad. Un simple “gracias” parece insignificante, pero queremos decirlo públicamente y en voz alta.
Y queremos honrar el arduo trabajo de muchos que han compartido algunas historias que han conmovido nuestros corazones.
Aquí están tres ejemplos de individuos que dieron un paso de fe para bendecir a sus amigos, a esos misioneros enviados por sus iglesias que necesitaban algo que ellos sentían que el Señor quería que ellos proveyeran. ¿Súper-humanos? ¿Mega-poderosos? No, por supuesto que no. Son seres humanos normales con un deseo dado por Dios de satisfacer necesidades y de bendecir a otros.
El corazón de un mecánico

Comencemos con una pareja que sentía en su corazón ayudar a los esposos Jared y Leah Haynes. Los Haynes, que ministran en el grupo étnico sanapaná de Paraguay, fueron enviados por la iglesia South New Milford Baptist Church de New Milford, Pennsylvania. El pastor principal es Ray Mitchell, y el pastor de evangelización es Kevin Radford.
Erick y Kelly Stone son esa pareja. Voy a dejar que Jared cuente la historia del ministerio de los Stone con ellos.
Cuando Jared regresó a casa en un momento dado, dijo: “Mi amigo Erick se acercó a mí y dijo que había dejado su trabajo en un concesionario de Toyota (él era uno de los mecánicos principales) para abrir su propio taller en nuestra ciudad (población: un poco más de 800 personas). Estaba nervioso al respecto y me pidió que orara por una idea que tenía.
“Él quería iniciar un programa de vehículos misioneros para los misioneros que son enviados al extranjero por nuestra iglesia local. Yo pensaba que este sería un sueño imposible de diez años. Cuando tomamos una licencia un año más tarde, nos enteramos que Erick había presentado esta idea a la iglesia, y que habían empezado a recibir donaciones [según los Stone, en un solo mes recibieron $18.000 dólares]. Cuando llegamos a Estados Unidos, tuvimos una furgoneta con dos asientos de automóvil; más tarde, la iglesia también nos reembolsó para el seguro y el papeleo.
“Erick hizo todo el mantenimiento del carro. Creo que condujimos más de 32.000 km, y cada cambio de aceite, cada inspección o cada llanta desinflada se hizo de manera completamente gratuita para nosotros [Erick dona la mano de obra y compra las partes con dinero del Fondo de Vehículos Misioneros].
“Adelantémonos dos meses después de regresar de nuestro año sabático al campo de misión. Descubrimos un tumor del tamaño de una pelota de golf en el brazo izquierdo de nuestra hija; dimos la vuelta y volvimos a Estados Unidos. Erick no había tenido tiempo para vender la furgoneta todavía. Cuando él oyó que nosotros veníamos, tuvo la furgoneta lista y funcionando para nosotros un día antes de nuestra llegada. Nos llevó para hacer todo el papeleo y el seguro tan pronto como estuvimos listos. Eso significó alejarse de su garaje donde podría haber estado haciendo dinero.

“Ellos realmente se ven a sí mismos alcanzando a otras personas a través de nuestro ministerio. Siempre nos asombra su sacrificio y disposición de ‘servir como personas que envían’.
“Cada vez que ellos nos han entregado las llaves, nos han mirado a los ojos y han dicho: ‘Aquí están nuestros números; llámennos en cualquier momento, en serio. No me importa si tiene que ver con el carro o no —llámenme y estaremos allí para ayudarles; incluso si solo necesitan hablar con alguien’”.
Hablan los Stone
Tuve la oportunidad de hablar con los Stone para conocer su lado de la historia.
Bruce: ¿Cómo te guió Dios a este ministerio?
Los Stone: Teníamos tres grupos de amigos misioneros que se estaban preparando para irse al campo de misión en el extranjero. Los vimos vender y regalar casi todo lo que tenían para salir y servir a Dios. Habíamos estado orando por una forma en que pudiéramos usar nuestros talentos para servir al Señor. Como Erick es un técnico automotriz, pensamos que podríamos usar de alguna manera sus habilidades para ayudar a los misioneros. Nosotros veíamos lo difícil que era para los misioneros venir a su país a tomar una licencia y comprar un vehículo para usarlo durante unos meses y luego tratar de venderlo para recuperar el dinero antes de regresar al campo misionero. No queríamos que los misioneros se preocuparan por comprar o conseguir un carro, por reparaciones o por hacerle un mantenimiento regular, o por deshacerse del vehículo cuando llegara el tiempo de regresar al campo.
Bruce: ¿Cómo lograste que el ministerio despegara?
Los Stone: Teníamos una idea, y estábamos dispuestos a ponerla en práctica; Dios hizo el resto. Pensamos y oramos por esto durante años; queríamos proveer un vehículo a nuestros misioneros que estuvieran tomando una licencia y que no tuviera ningún costo para ellos; sin embargo, no teníamos ningún recurso para hacer esto. No teníamos instalaciones, suficiente dinero, ni tiempo para que Erick hiciera lo necesario en estos vehículos. Podríamos obtener un mejor precio en un vehículo que necesitara un motor, una transmisión o un trabajo de reparación más grande en el que Erick podría trabajar de forma gratuita. Sin embargo, Erick estaba empleado a tiempo completo en un concesionario de autos, y no veíamos cómo este ministerio podía ser posible.
Nunca fue nuestro sueño iniciar nuestro propio negocio de reparación de automotriz. [Pero] la única opción viable parecía ser la compra de nuestro propio edificio. Si tuviéramos nuestras propias instalaciones de reparación automotriz, tendríamos el edificio y el tiempo de Erick para poder preparar y reparar estos vehículos.
Un año antes de que dos de las familias misioneras de nuestra iglesia tomaran un año sabático, había un edificio que podía ser utilizado para la reparación de automóviles a unos cinco minutos de nuestra casa. Decidimos hacer una oferta por él, pensando que si no la aceptaban podríamos decir: “Bueno, lo intentamos”. La oferta fue aceptada y tuvimos que comenzar un negocio. Queríamos tener este ministerio, pero también necesitábamos pagar nuestras cuentas y poner comida en la mesa, …¡y Kelly tenía ocho meses y medio de embarazo de nuestro tercer hijo! Para nosotros, este parecía el peor momento para comprar un edificio, cambiar de trabajo y comenzar un negocio, pero Dios tenía todo resuelto. Dos meses después, Erick abandonó un empleo estable en el concesionario para comenzar nuestro propio negocio de reparaciones automotrices.
Teníamos las instalaciones, y Erick podía manejar su tiempo para poder hacer este ministerio, pero aún no teníamos los fondos para comprar vehículos para el ministerio. Seis meses antes de que los misioneros vinieran a tomar un año sabático, le propusimos nuestras ideas sobre el “Ministerio de Vehículos Misioneros” al pastor de nuestra iglesia, luego a la junta de diáconos y después a los fideicomisarios. Todos estuvieron a favor de la idea y nos pidieron que la presentáramos a la iglesia. Descubrimos que el pueblo de Dios quiere ayudar y quiere dar. A veces lo único que necesitan es una oportunidad para hacerlo, y este ministerio les dio esa chance. La comunidad de nuestra iglesia ama a nuestros misioneros y dio con alegría. Con su generosidad, el ministerio fue completamente financiado a tiempo para que compráramos y preparáramos dos furgonetas para los misioneros de nuestra iglesia que estaban tomando un año sabático.
Bruce: ¡Qué testimonio! Ahora, ¿qué hace que tu ministerio sea diferente?
Los Stone: El propósito de este ministerio es proveer vehículos para [los misioneros que ha enviado nuestra iglesia] mientras están tomando un año sabático o una licencia, sin costo alguno para ellos, incluyendo mantenimiento y reparaciones. Ayudamos con el título de propiedad y el seguro tan pronto como llegan a casa y el día en que se van. Luego vendemos el vehículo y devolvemos el dinero al fondo, para que esté disponible para el próximo misionero que venga a tomar un año sabático. Esto nos permite comprar un carro usado pero más nuevo cada vez que ellos vuelven al país. Queremos que los misioneros puedan concentrarse en su trabajo y que no tengan que preocuparse por un carro.
Bruce: ¿Qué obstáculos tuviste que superar para poner tus sueños en práctica? ¿Cómo ha alentado tu corazón este ministerio hacia las misiones?
Los Stone: Los obstáculos eran grandes: unas instalaciones, tiempo para que Erick pudiera trabajar en los vehículos, y dinero. Fue una verdadera prueba de fe cuando Erick abandonó su empleo estable para iniciar un negocio desde cero con el fin de comenzar un ministerio de vehículos. Para nosotros fue muy alentador ver al pueblo de Dios dar su dinero y su apoyo. ¡Nos animaron mientras tratábamos de animar a nuestros misioneros!
Bruce: ¿Cómo animarías a otros a hacer algo similar? ¿Cómo los retarías a dar ese paso de fe?
Los Stone: Solo somos personas normales, [pero] queríamos que Dios nos usara a nosotros y las capacidades que él nos ha dado para servirle; oramos para que lo hiciera. Tuvimos una idea y actuamos en consecuencia; pedimos, y necesitábamos, que otras personas ayudaran.

Bruce: ¿Cuál ha sido la mayor bendición que has recibido como resultado de este ministerio?
Los Stone: Ver a los misioneros que están agotados de viajar y que no tienen que preocuparse por el transporte. Entregarles las llaves de un vehículo limpio y confiable que está listo para arrancar y ver el alivio en sus rostros. Ver a los niños de los misioneros subirse con emoción a la furgoneta, ¡pues algunos de ellos solo viajan en canoa! Es una bendición pasar tiempo con los misioneros en nuestro garaje durante las reparaciones o el mantenimiento; siempre son un gran estímulo para nosotros.
Ver a Dios resolver los detalles de una idea que pensábamos que era imposible fue una bendición. Al ver atrás cómo todo salió, Dios nos mostró su guía y que él puede usar a cualquier persona en cualquier posición para llevar a cabo su obra. La única razón por la que todo salió bien es porque Dios lo quería.
Bruce: Mi corazón canta cuando leo sobre “personas comunes” que hacen cosas increíbles cuando permiten que Dios los dirija a ellos, sus habilidades, su billetera y su tiempo.
Se necesita un equipo

Los esposos Geoff y Shannon Husa ministran en el grupo étnico de Papúa Nueva Guinea. Ellos fueron enviados originalmente por la iglesia Bethany Community Church, que desde entonces se fusionó con la iglesia Sun Valley Community Church. Es lo que Geoff llama su “equipo base”, el cual ha sido un increíble apoyo para ellos y para el ministerio con los mibus. Geoff lo explicó de esta manera:
“Hemos sido muy bendecidos a lo largo de los años por nuestro ‘equipo base’. Este fue un grupo de personas que se unió desde cl comienzo mismo de nuestro ministerio, las cuales se reúnen cada mes o cada dos meses para orar por los eventos y las peticiones recientes del ministerio, que se comunican con nosotros regularmente y que organizan eventos para recaudar fondos un par de veces al año. No son de una sola iglesia, son un grupo de personas que apoyan y que representan a varias iglesias locales de la zona de Tempe/Chandler en Arizona.
“Nuestro equipo base ha sido una conexión constante con nuestra base de envío desde el primer día”.
Pude hablar con Kevin Kramar, el líder del equipo base, sobre el concepto de “equipo base”.

El equipo base en acción
Bruce: ¿Cuándo conoció a los Husa?
Kevin: A finales de la década de 1990 asistíamos a la misma iglesia, Bethany Community Church, en Tempe, Arizona. Bethany Community Church era una iglesia local que se estaba uniendo como ‘comunidad’. Nos convertimos en una iglesia que enviaba cuando enviamos a algunos de nosotros al campo misionero en el extranjero. Una de esas parejas jóvenes fueron Geoff y Shannon Husa. Los Husa seguirían recibiendo el fuerte apoyo de su iglesia local a través de nuestras ofrendas y nuestras oraciones.
Bruce: ¿Cómo decidiste formar el equipo base?
Kevin: Yo no creé el equipo base, simplemente soy una de muchas personas que aman a los Husa y quieren ayudar a apoyar la increíble obra que Dios está haciendo a través de ellos. La zona a donde Dios ha llamado a los Husa a vivir y servir es extremadamente remota y puede parecer una forma de vida bastante aislada. Es importante para el equipo base que los Husa sepan que hay otros que están “con ellos” en su trabajo allí. Los apoyamos a través de nuestras oraciones y comunicaciones habituales, nuestro apoyo continuo para recaudar fondos, y [la satisfacción] de necesidades ocasionales durante sus visitas y licencias en el país.
Bruce: ¿Quién está involucrado en el equipo base? Entiendo que hay más de una iglesia involucrada, ¿correcto? ¿Cuáles son los nombres de esas iglesias?
Kevin: El equipo se formó a partir de la comunidad cristiana Bethany Community Church, [y] desde entonces… [ha] crecido para incluir a más iglesias. Hoy tenemos miembros del equipo base de las siguientes Iglesias: Grace Community Church, Sun Valley Community Church, Arizona Community Church y Chaparral Christian Church.
Bruce: ¿Cómo asisten/ayudan/apoyan a los Husa?
Kevin: El equipo base se reúne cada dos meses… para mantener a todos informados sobre los Husa. Normalmente tocamos temas como metas a corto y largo plazo dentro del grupo étnico mibu, el progreso en la traducción de la Biblia, informes sobre el programa de alfabetización en Mibu, informes sobre el desarrollo de la iglesia local y el nombramiento de ancianos, el estado del trabajo en la pista de aterrizaje, la salud personal de todos los miembros de la familia, informes sobre la educación de cada uno de los hijos de los Husa, informes sobre la situación económica de la familia, necesidades imprevistas y nuevas peticiones de oración.
Además de nuestras reuniones regulares, llevamos a cabo dos eventos anuales para recaudar fondos: un concierto de beneficencia en la primavera y una venta de garaje comunitaria de dos días a finales de otoño. Para el concierto de recaudación de fondos, acudimos a la red para buscar talentos locales que donen su tiempo y talento en un concierto en el vecindario. Recogemos de antemano donaciones para hacer una subasta silenciosa. El día del concierto, nuestros invitados traen una silla y un bocadillo para compartir. Colocamos todo en un patio trasero (en realidad, en la casa de los padres de Geoff) cuando hay buen tiempo, organizamos el interminable bufé de bocadillos y abrimos una subasta silenciosa para todos. El concierto es gratuito, aunque ponemos una bandeja para hacer donativos. Durante un breve intermedio compartimos sobre los Husa y el trabajo que están haciendo.
Para la venta de garaje también dependemos en gran medida de las donaciones. Muchas personas conservan sus donaciones [para] nuestra venta cada año. Cada dólar recaudado es ganancia neta, y se suma rápidamente.

Bruce: ¿Has ido a visitar a los Husa?
Kevin: Sí, he ido allí dos veces; varios lo hemos hecho.
Creo que las visitas al campo de misión son importantes por tres razones; En primer lugar, ayudan a las personas que están en el país del misionero a conectarse con el trabajo que se está haciendo en el grupo étnico; llegas a conocer a las personas por las que estás orando, ves el entorno real y presencias el trabajo verdadero que se está adelantando.
En segundo lugar, puedes formar un equipo personalizado de individuos que pueden ayudar con un proyecto significativo en un periodo de tiempo relativamente corto. El equipo base ha participado en construcción y ampliación de casas, trabajo en pistas de aterrizaje y ha ayudado a organizar una… conferencia regional para las familias misioneras de Papúa Nueva Guinea.
En tercer lugar, visitar una familia en su ambiente de misión es una verdadera bendición para cada miembro de la familia. Le da una “sensación de patria” a su vida cotidiana en el campo misionero, y a ellos les encanta compartir en persona su “vida misionera” con otras personas de su país.
Bruce: ¿El equipo cuida de otros misioneros?
Kevin: Nuestro equipo apoya específicamente y exclusivamente a los Husa. Algunos miembros de nuestro equipo pueden estar involucrados con otros equipos base, pero todos nuestros esfuerzos como Equipo Base de los Husa apoyan plenamente a Geoff y Shannon Husa y su familia en Papúa Nueva Guinea.
Bruce: ¿Qué consejo les darías a otras personas que deseen formar un equipo base?
Kevin: Un equipo puede comenzar con solo unas pocas personas y crecer a partir de allí. [Considera] a aquellos que ya apoyan el trabajo misionero por medio de donativos económicos y/u oración. Acércate a las personas que participaron en el primer envío de misioneros —recuerda también a los miembros del cuerpo gobernante de la iglesia que envía. La idea de servir en un equipo base a menudo es muy emocionante para aquellos que ya están involucrados de alguna manera. Comparte la emoción invitando personalmente a las personas a unirse al equipo en lugar de hacerlo [a través] de un anuncio desde el púlpito o una publicación en el boletín de la iglesia.
Encuentra un lugar para las reuniones; no todos los miembros del equipo asistirán a todas las reuniones; no te desanimes por eso. Mantén una comunicación fuerte por medio de correos electrónicos y cita a reuniones constantemente. Nosotros enviamos actas de las reuniones a todo el equipo después de cada reunión… para mantener a todos informados, lo cual facilita que los miembros se unan a nosotros en cualquier reunión del equipo base, incluso cuando hayan perdido algunas de nuestras reuniones recientes.
Mi casa es tu casa

Y luego está la familia del gerente de mantenimiento de las instalaciones en la oficina central de Ethnos360 Aviation en McNeal, Arizona: Los esposos Kent y Brenda Rockwell. Los Rockwell fueron enviados como misioneros de la iglesia Hope Missionary Church en Bluffton, Indiana, con Gary Aupperle siendo el pastor. Una familia de esa congregación ha bendecido ricamente a los Rockwell; sus nombres son Tim y Julie Eicher; ellos comenzaron un ministerio de viviendas misioneras en el año 2015.
Kent comentó: “Tim y Julie, su hijo (Ian) y su hija (Kaylee) han iniciado un ministerio llamado Ministerios de la Casa Eicher. Ellos proveen casas libres de alquiler para los misioneros que están tomando licencias (o incluso mientras están capacitándose). Es un servicio tremendo que les permite a los misioneros tener su propia casa para que no tengan que vivir en un ambiente estresado por compartir una casa con alguien o por tener que hacer pagos de alquiler que podrían destinar para otras necesidades.
“Nosotros nos hemos beneficiado enormemente con este ministerio, al igual que otros misioneros de Ethnos360. Toda la familia Eicher está involucrada, y ha mejorado significativamente las vidas de muchos misioneros en su transición hacia el campo de misión o cuando necesitan un buen lugar para alojarse durante un año sabático. Tim y Julie se encargan de cualquier problema; y Ian corta el césped, entre muchas otras tareas; Kaylee también interviene y ayuda donde puede”.
Para mí, eso suena como una empresa increíblemente cara. Les pregunté a los Eicher sobre su ministerio y cómo lo ven.

Ministerios de la Casa Eicher
Bruce: ¿Qué te llevó a comenzar este ministerio?
Los Eicher: Estábamos orando sobre ir a las misiones, y sentíamos que no íbamos a ir al extranjero sino a hacer algo en nuestro país para los misioneros. Fue entonces que tuvimos la visión de alojar a los misioneros cuando volvieran al país o durante su capacitación.
Bruce: ¿Qué barreras tuviste que superar para ponerlo en marcha?
Los Eicher: Finanzas: vendimos nuestra casa para poder comprar dos más pequeñas —una para vivir nosotros y la otra para usarla para los misioneros. Desde entonces, hemos comprado [otras] dos casas que estaban en mal estado y estamos trabajando en la restauración de ellas para poder ofrecer más a los misioneros. Tim trabaja horas extras cada semana para garantizar que tengamos suficiente dinero para pagar las casas.
Bruce: ¿Has recibido alguna bendición como resultado de iniciar este ministerio?
Los Eicher: Hemos sido bendecidos por poder conocer a diferentes familias misioneras que preguntaron si podían quedarse en nuestras casas. Recientemente nuestra iglesia realizó un proyecto de fin de año, y fuimos incluidos, por lo que recibiremos fondos para ayudar con la renovación de las dos casas. También hemos sido bendecidos por personas que donan artículos para las casas.
Bruce: ¿Cómo retarías a otros a hacer algo similar?
Los Eicher: Cuando [los misioneros] vuelven al país [a Estados Unidos], necesitan un lugar para estar solos. Necesitan volver a ajustarse a Estados Unidos en su propio horario. Poder ofrecer viviendas completamente amuebladas para que no tengan que preocuparse por nada cuando regresen, es la bendición que ofrecemos. Es la forma en que podemos ser parte del trabajo misionero que están haciendo, [ser parte de un] equipo de apoyo, por decirlo así. Si no sientes el llamado de ir al extranjero, entonces ayuda en casa ofreciendo esto a los misioneros.

¿Y tú?
Tres grupos de personas que creían que Dios quería que ellos bendijeran a otros… hmm, nada sobrenatural lo que hicieron, ¿verdad? Dios tomó las habilidades y capacidades que tenían estos “seres humanos normales” y las usó para nutrir, bendecir, cuidar y animar a misioneros en todo el mundo.
Obviamente, no tengo suficiente espacio para contar todas las historias de cómo diferentes personas de ustedes han sido usados por Dios para bendecir a los misioneros. Recibí un buen número de historias de misioneros con los nombres de ustedes y cómo ustedes han bendecido sin medida a diferentes, dentro o fuera del campo extranjero. Pero tal vez —solo tal vez— alguien que lea esto haya tenido una idea sobre cómo formar un Equipo Base, o cómo iniciar un negocio con el único propósito de usarlo para impulsar el ministerio de un misionero, o cómo ser creativo para ser una bendición. Ir-Hacer; da ese paso de fe y mira a Dios obrar.
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