1 de enero, 2019
El domingo Rachel y yo nos reunimos con los creyentes para estudiar. Los adultos coloreamos nuestras hojas de apuntes mientras esperábamos a que otros aparecieran. Después de cantar y orar, el grupo fue de manera inusual franco. Hablaron de la vergüenza con respecto a orar en público y que la gente se burla de ellos por creer una ‘nueva’ cosa. Preguntaron por qué una multitud tan grande vino a escuchar la enseñanza al principio y un grupo tan pequeño es el que realmente cree. Hablaron sobre la presión social que quiere conformarlos a sus antiguos caminos y los comentarios que sus familiares no creyentes han hecho acerca de Dios. Reina dijo que su madre dice que ella es “muy irascible” para que Dios la acepte. La ira es vista aquí como un gran vicio que impide que las personas sean limpias. Reina le dijo a su madre que la Biblia dice que son los enfermos los que necesitan al médico, y que los necesitados deben acercarse.
No sería práctico compartir todos los detalles de los comentarios de las damas, pero la mañana fue muy alentadora para mí. Leyendo entre líneas sus declaraciones, esto es lo que yo capté: ellas están orando en sus hogares; están leyendo la Biblia en sus hogares; están enseñando a sus hijos en sus hogares; están testificando a los miembros de sus familias en casa; y están compartiendo juntas la realidad de esas experiencias como una comunidad de creyentes, y oran unas por otras y se animan mutuamente. Esa es la esencia del objetivo de nuestro equipo —devoción personal que no dependa de ninguna manera de nuestra participación; un pequeño paso, pero muy importante.
El enfoque futuro de nuestro equipo es doble: continuar evangelizando y enseñando a los que están perdidos y seguir enseñando el discipulado y fortaleciendo al Cuerpo de Cristo en esta comunidad. Fácil de declarar como meta, pero complicada y, a veces, difícil de conducir en el mundo real. Estamos agradecidos por el regreso de nuestros compañeros de trabajo, los esposos Hypki, para poder concentrarnos completamente en los desafíos que tenemos delante. Estamos agradecidos por sus oraciones, apoyo y ánimo a medida que seguimos adelante, confiando en Él en cuanto al tiempo, los resultados y nuestra santificación en el proceso.
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