4 de enero, 2019
A veces pensamos que trasladar una casa es más fácil que conseguir el título de un terreno y un permiso de construcción.
Esperábamos que nuestros regalos de Navidad serían un permiso de construcción y el título del terreno para la Iglesia Bíblica de Fe. Lamentablemente ninguno de los dos estuvo bajo nuestro árbol de Navidad. Pero ya estamos en 2019, ¡un nuevo año y nuevas posibilidades! ¡Ojalá que este estado de “casi” finalmente se “termine”!
Con respecto al permiso de construcción, Gerry, uno de los creyentes, ha sido muy fiel yendo a diferentes oficinas para obtener firmas. La semana pasada se presentó un problema cuando alguien le pidió el “plan de reubicación” de la iglesia. Se suponía que nos iban a entregar ese plan en abril del año pasado, después de hacer una nueva inspección de la tierra. Sin embargo, nunca nos dieron el plan y parece que no recibiremos dicha inspección. Por lo tanto, todavía estamos solicitando un permiso sin el plan de reubicación y esperando que nos lo concedan, tal vez incluso en la próxima semana. Dios mediante, si podemos empezar la obra en enero, tenemos la esperanza de tener el techo puesto sobre el nuevo edificio antes de junio, que es cuando comienza la temporada de lluvias.
Con respecto a la transferencia del título de la tierra, se nos ha informado ahora que hay un error tipográfico en la escritura de venta que no coincide con otro documento de la oficina del departamento de tierras. Por lo tanto, ahora necesitamos una carta de nuestro abogado para corregir este error tipográfico. Con suerte, él regresará a su oficina la próxima semana y podrá darnos esa carta. ¿Será esta la última cosa? Eso esperamos.
No queremos mover una montaña o trasladar una casa; solo queremos un título y un permiso. Seguimos confiando en el Señor de que obtendremos estas cosas en este mes, tal vez incluso la semana que viene. Si Dios quiere, tendremos un día de trabajo el próximo sábado para limpiar la nueva propiedad con la esperanza de que pronto haremos algunas excavaciones para poner los cimientos. Por favor, sigan orando. Gracias.
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