1 de diciembre, 2018

Un buen maestro nunca debe dejar de aprender de sus alumnos. Estos son algunos de los comentarios que hicieron algunos misioneros en formación durante la enseñanza del módulo de alfabetización en Colombia en este mes. Ellos me desafiaron, me bendijeron y me conmovieron con su pasión.
“Sin la Palabra escrita, el Evangelio tiende a deteriorarse…”
“Fue con la Palabra de Dios que el Hijo resistió la tentación”.
“No hay ningún tipo de curso, programa u otro esfuerzo académico que pueda desarrollar en una persona lo que ella misma debe hacer en una disciplina personal”.
“La iglesia no puede madurar sin tener acceso a la verdad”.

“Desde los albores de la Creación Dios ha usado su palabra para hacer, formar, ordenar, bendecir, reprender, motivar, exhortar y transformar”.
“Un creyente que no puede acceder a la verdad inevitablemente tendrá una crisis de identidad”.
“Para el creyente, enseñar a alguien a leer la Palabra de Dios y a amar la Palabra de Dios son sinónimos”.
“El deseo de ayudar a la gente a leer la Palabra de Dios por sí misma debe ser algo vivo y palpitante en nuestro corazón”.
Por favor, oren para que estos candidatos a misioneros puedan cumplir con su deseo de llevar el Evangelio a las partes del mundo que no lo tienen.
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