23 de agosto, 2018
Tengo el privilegio de tener un escritor invitado: mi padre, Tom Moore. En son de broma, pero con una intención seria, le pedí que escribiera el informe de este mes; ya saben, usando la misma forma en que él se dirige a mí para pedirme favores. Recibí la nota en dos hojas de cuaderno, con una letra cursiva muy bonita, y me complace compartirla con ustedes. –Katie
Haz puré de garbanzos mientras brilla el sol
Como crecí en una comunidad agrícola, estoy muy familiarizado con el dicho y el concepto de hacer heno mientras brilla el sol. Sin embargo, no fue hasta que mi esposa y yo visitamos a nuestra hija Katie en las montañas del occidente de México que conocimos el aspecto del puré de garbanzos. En realidad, pronto descubrimos que si uno depende casi por completo de la energía solar, hay muchas cosas que se deben hacer mientras el sol brilla: usar el internet, leer y escribir correos electrónicos, usar aparatos de cocina, cargar las baterías de herramientas eléctricas, teléfonos, computadoras, Kindles, reproductores de MP3, altavoces… y no solo los propios, sino los de otras personas de la aldea.
Y durante la temporada de lluvias, en la cual estábamos, la luz del sol puede ser muy inconstante. Lo que empieza como una hermosa mañana soleada puede cambiar en un momento a medida que las nubes se mueven y bloquean esos preciosos rayos. Por lo tanto, la cantidad de luz solar determina la carga de las baterías, lo que a su vez determina qué se puede usar y por cuánto tiempo.
Por otro lado, la temporada de lluvias (a pesar de las nubes) es una bendición para la gente que depende principalmente de la lluvia, no solo para la vida diaria sino también para el crecimiento de su cultivo principal, el maíz.
Pero el propósito de nuestro viaje a Las Moras no era estudiar los efectos de la luz del sol y la lluvia. Fuimos a hacer lo que podíamos para ser de ayuda y bendición para Katie y Rachel mientras trabajan entre la gente nahuatlense.
Y qué privilegio fue; qué bendición conocer —y reunirnos con— nuevos creyentes cuando se reunían para adorar a Dios y para estudiar su Palabra. Qué bendición saber que los trabajos que realizamos entre bambalinas eran una pequeña parte del tremendo trabajo que está siendo hecho por Rachel, mientras traduce pasajes de la Biblia como preparación para enseñar, y por Katie, mientras enseña a los creyentes adultos a leer y escribir en su propio idioma.
Si Dios lo permite, un día el Nuevo Testamento será traducido y habrá una gran comunidad de creyentes que estará esperando con la capacidad y el deseo de leerlo. Por favor, oren con ese fin.
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