23 de junio, 2018
“Mucho tiempo después de haber oído toda la enseñanza que comienza donde el tri-uno Dios vivía bien, antes de la creación de este mundo, hasta la forma en que Jesús planeó el final de Su historia de restaurar todas las cosas pecaminosas y malas de este mundo y de hacer un nuevo cielo y una nueva tierra, veo dónde hay pensamientos clave que no había pensado todavía.
“Un pensamiento que faltaba fue que no sabía que había una raíz de maldad que producía acciones pecaminosas que yo hacía todos los días dentro de mí. Y eso, esa raíz de maldad es como el hedor de un cadáver putrefacto para Dios, y cuando trato de acercarme a Dios, él retrocede como si yo hediera. Dios es el único bueno y sin pecado, pero esta raíz de maldad solo produce pecado, por lo tanto Dios no puede vivir conmigo ni hacerse amigo mío. La raíz de maldad separa mi ser de Dios. Yo no tenía ese pensamiento hasta que escuché esta enseñanza.
“Otro pensamiento que tengo ahora, pero no tenía antes, es que cuando Dios el Padre, Dios el Hijo, Dios el Espíritu creó al hombre a Su imagen, algo que puso dentro de Adán y Eva fue la capacidad de escoger entre el bien y el mal; yo no sabía que yo también podía escoger. Ahora sé que puedo escoger ser como Noé y confiar en el plan de escape provisto por Dios para no ahogarse en el diluvio, o puedo escoger decir como esas personas que pensaron que Dios estaba mintiendo acerca del diluvio y decidieron no entrar en el barco de madera que él le ordenó construir a Noé. Puedo escoger confiar en lo que Dios enseña o escoger no confiar; este es un pensamiento nuevo y correcto para mí.
“Otro pensamiento nuevo para mí fue que hacer las cosas a mi manera, aunque Dios me ordena hacerlo solamente a Su manera, es malo y es pecado; yo no sabía eso. Caín quería adorar a Dios de una manera inventada por él, pero la manera de Dios era que él aceptara que tenía en su interior una raíz de maldad que hedía, y que debía confiar en la promesa de Dios de que enviaría a Alguien para restaurar esa raíz de maldad y para darle vida. Caín no aceptó la manera de Dios y terminó en el fuego que es tan grande como un océano. Me di cuenta de que necesitaba decidir aceptar, como hizo Abel, y adoptar solamente la manera de Dios y no mi manera, si quería la Vida de Dios y la solución de Dios para mi raíz de maldad que me estaba separando de él. Aprendí que solo Dios podía enviar a Alguien a solucionar este problema de la raíz de maldad, no yo.
“Tuve otro pensamiento nuevo después de escuchar esta enseñanza. Yo pensaba que yo era bueno; pero ahora Dios me ha enseñado que no soy bueno. Tengo la raíz de maldad que produce el pecado dentro de mí y no puedo deshacerme de ella; soy malo a los ojos de Dios.
“También tuve otro pensamiento nuevo: Cuando Dios mató dos corderos para darles a Adán y a Eva la ropa que él aprobaba, los corderos que no habían hecho nada malo tuvieron que morir por ellos para que ellos pudieran tener ropa. Luego Abel también confió en el Reparador del problema del pecado que Dios iba a enviar y entonces mató el carnero, derramando su sangre. Luego Noé también mató un cordero derramando su sangre. Luego, para que Isaac no muriera, Dios le dio un carnero sin defecto para que tomara su lugar. Él lo mató y derramó su sangre. Aprendí que Dios me dice que pague mi deuda de pecado con la muerte también. Los corderos al morir mostraban que él también me cobraba la muerte para pagar mi deuda. Entonces la parte más buena que aprendí es que ¡Jesús es el Carnero de Dios que paga mi deuda de pecado con Dios!
¡Tampoco sabía eso antes!
“Una última cosa que aprendí fue que yo tenía que aceptar la oferta gratuita de Dios de su manera de pagar mi pecado, al igual que recibiría un regalo de un amigo y le daría gracias por el regalo gratuito”.
Roberto compartió estos pensamientos hace unos domingos en su testimonio sobre ¡en Quién estaba confiando para estar a cuentas con Dios! Él ha nacido en la familia de Dios y ahora necesita la leche de la Palabra para crecer y convertirse en un hombre fuerte de Dios. Aparta un momento ahora mismo y ora por el crecimiento espiritual de Roberto que tiene que ocurrir para que llegue a ser el hombre de Dios para la futura iglesia cubea.
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