Aiza y su pierna quemada
12 de enero, 2017
Cuando Jesús estuvo en la tierra hace 2.000 años, muchas personas venían a Él y traían a los enfermos. No solo los sanaba Jesús sino que también resucitaba a los muertos. Él no vino por esta razón, pero a través de estos milagros muchos creían en Él.
Del mismo modo, nosotros no vinimos a vivir entre los agutaynens solo para ayudarles con sus problemas físicos, pero lo más importante es compartir la salvación que solo se encuentra en Jesús. Sin embargo, a través de los años, Dios nos ha dado muchas oportunidades para ayudar a los agutaynens en casos de accidentes, enfermedades y muerte. De vez en cuando, a través de estos problemas físicos, Dios nos ha abierto una puerta para compartir a Cristo y comenzar realmente un estudio bíblico en sus casas. A través de estas puertas abiertas, Melmel y otras personas han confiado en Jesús. ¡Alabado sea el Señor!
A medida que enseñamos semanalmente la Palabra de Dios a más de 100 aldeanos a través de cuatro estudios bíblicos, Dios nos da oportunidades para ayudar con sus emergencias médicas. En las últimas tres semanas hemos ayudado en tres emergencias médicas: una quemadura grave, una mano muy inflamada e infectada y la muerte repentina de un bebé recién nacido.
Un viernes, hace unas semanas, Stephen estaba sentado afuera en nuestro porche, preparando un mensaje para el domingo cuando Melani, una creyente agutaynen, llegó corriendo a nuestro patio. Obviamente no era una visita social. “¡Vengan, vengan! ¡La hija de Dabo, Aiza, se quemó!” Entonces Stephen dejó todo en la oficina y tomó algunos medicamentos y crema para quemaduras. Como Dabo vive solamente a unas dos cuadras, Stephen decidió no ir en el auto sino correr hasta su casa, no es algo fácil de hacer en chancletas. Al llegar a la casa, la esposa de Dabo estaba abrazando a su hija de cinco años de edad, quien tenía una quemadura grave que le cubría la mayor parte de su muslo. Al parecer la madre estaba hirviendo agua en su fogón de leña y la niña se echó el agua caliente encima. Aparentemente en medio del dolor la niña se habría desprendido su propia piel que estaba ampollada y ahora era un problema abierto que echaba pus. Dentro de una hora la herida había sido limpiada y se le había aplicado crema para quemaduras. Rápidamente el dolor disminuyó y Aiza realmente sonreía y se reía de las bromas de Stephen. Todos los días durante una semana, Stephen, a menudo acompañado por uno de nuestros hijos, visitó a Dabo y su familia. La niña estaba tan triste que no pudo asistir al club bíblico para niños el día de Navidad, pero Stephen prometió guardar un regalo para ella y llevárselo después del Club, lo cual hicieron él y Rebekah; ella se emocionó mucho. Por favor, ora con nosotros para que Dabo, su esposa y sus hijos confíen en Jesús.
Hace unos años, nuestro equipo y un creyente pudieron ayudar con la emergencia médica de una persona de nuestra aldea. Como resultado de esa ayuda se inició un estudio bíblico en el hogar de los padres del chico herido. A través de ese estudio bíblico fue salvo un hombre joven llamado Melmel. Melmel ahora tiene una infección severa; empezó en su pulgar pero se extendió rápidamente hasta su hombro. Su mano se inflamó como un globo pequeño. Así que durante más de dos semanas hemos estado ayudándolo. Si Dios quiere, esta situación tendrá una recuperación exitosa, como en el caso de la niña de Dabo.
Desafortunadamente no todas las emergencias médicas tienen un final feliz; también, en estas últimas semanas, Stephen fue llamado a una casa en el otro lado de la aldea. En esta ocasión Stephen salió rápido en nuestro vehículo y en pocos minutos llegó a la casa de ellos. Había varias personas llorando fuera de la casa y había una atmósfera de confusión. Acababa de nacer un bebé pero era evidente que había algo malo; no estaba respirando y probablemente ya estaba muerto.
Pero la familia se apresuró a sacar al bebé de la casa y pidió que Stephen los llevara a ellos y al bebé al hospital “local”. Después de un viaje lleno de baches, llegaron a un hospital aproximadamente 20 minutos más tarde. Durante el viaje, la familia se aferraba a cualquier esperanza que pudiera existir de que el bebé sobreviviría, pero al llegar al hospital lo declararon muerto. Una vez más todos se subieron al vehículo y regresaron a la aldea. No había prisa esta vez, solo tristeza por la familia. El bebé fue sepultado al día siguiente conforme a sus tradiciones. La semana pasada comenzó un nuevo estudio bíblico de evangelización en su vecindario y ellos fueron invitados a asistir. Lamentablemente ningún miembro de esta familia asistió la semana pasada y Stephen irá a invitarlos personalmente antes de la próxima reunión. Por favor, ora para que ellos también escuchen el mensaje del Evangelio y confíen en Jesús. El nombre de la madre que perdió al bebé es Loting.
Por favor, ora con nosotros para que Dios abra los corazones de estas personas que han padecido recientemente enfermedades físicas y muerte, y que más sean salvos.
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