FLOR DEL FRUTO DE PASIÓN?
20 de junio, 2016
Nuestros íntimos amigos que se encuentran en las primeras etapas del discipulado de una iglesia recién nacida en la región del Pacífico Asiático, en el grupo étnico kora, recientemente me contaron la que se ha convertido en mi historia favorita de “el campo misionero”. En nuestra cultura tenemos muchas palabras para describir el mundo que nos rodea y la belleza compleja que Dios creó en el mundo natural… pero no es así en todas partes. Lee, amigo mío, las palabras de Craig para saber qué sucede cuando un adulto ve esta belleza por primera vez en su vida, debido a su nueva vida en Cristo:
“Entonces, para empezar con un poco de contexto, el pueblo kora ha estado separado de Dios por un tiempo muy largo. Cuando llegamos aquí hace seis años, nos dimos cuenta de que los koras realmente no veían ni apreciaban la belleza que había a su alrededor. Vivimos en una hermosa zona montañosa con cascadas que brotan de las montañas a nuestro alrededor y ellos simplemente no lo notaban. De hecho, los koras no tienen palabras en su idioma como precioso, bonito, hermoso, encantador, deslumbrante o algo por el estilo. Cuando ven algo que les gusta, lo único que dicen es que es bueno. Tampoco tienen nombres para muchos de los colores; tienen nombres para azul, rojo, verde y algo semejante, pero no mucho más. Todavía recuerdo muchas veces en que salíamos a caminar y veíamos flores y las tomábamos y las llevábamos a casa. La gente kora preguntaba si las íbamos a comer, vender o algo así. Cuando les decíamos que no, decían: “Bueno, entonces ¿por qué razón las van a llevar a la casa?” Por lo tanto, les decíamos que nos parecía que eran buenas (recuerda que no tienen una palabra para decir “bonita/o”). Ellos se reían y se burlaban de nosotros ya que no podían entender de qué estábamos hablando. ¡Cómo podían ser buenas si no se podían comer ni vender!
Bueno, el otro día sucedió algo que no creo que haya sucedido antes. Yo estaba estudiando con P y T cuando T tuvo que salir por un momento; volvió a entrar sosteniendo una flor de la planta Fruto de Pasión. La miraba con asombro y decía: “Muchachos, miren esto. ¡Miren qué increíble es! (¡Ellos no tienen una palabra para eso!) ¡Mírenla! ¡Nunca había visto lo increíble que es esto! ¡Yahweh hizo esto tan bueno! ¡Yahweh es increíble en Su Creación! Miren, ¡sus pétalos son verdes en la parte exterior, pero blancos por dentro! Luego, desde allí tiene estas cosas como deditos que son un poco rojizos. Luego, abajo en la mitad es blanca y esa bolita allí tiene un brote que estalla en estos otros cinco pétalos que son amarillos (¡tuvo que usar el idioma nacional para decir amarillo!). A continuación, en la parte superior de eso hay otra bolita verde que tiene una pequeña hélice blanca como si fuera un avión. ¡Esto es increíble! ¡Yahweh creó esto! ¡Él es asombroso!” Muchachos, sé que esto puede no sonarle mucho a ustedes, pero mi corazón estaba alabando a Dios mientras este hombre, que nunca antes había visto o apreciado la belleza, describía los complejos detalles de esta flor lo mejor que podía. Mientras él seguía hablando sobre lo asombroso que era Dios por crear esto, le dije que debía olerla. La olió y maldijo (¡algunos hábitos son difíciles de abandonar!), y dijo: “¡Huy! Huele increíble! Paulus, ¡huele esto!” Después, ambos se sentaron allí, oliéndola, hablando de lo hermosa que era y alabando a Dios por eso. Estoy muy seguro de que esta fue la primera vez que una conversación como esta tuvo lugar en Kora. Tal vez no, pero hasta ahora nunca había visto algo parecido a esto. ¡Dios ha abierto sus ojos y están viendo las maravillas de Su creación! ¡Gracias por orar por estos hombres y por regocijarte por ellos también! ¡Continúa orando por ellos mientras Dios sigue abriendo sus ojos y revelándose a Sí mismo y Sus maravillas para con ellos!”
¡Ahí la tienes! Me encanta mucho esta historia porque nos muestra cuán a fondo puede llegar a ser cambiado un corazón cuando está en una relación correcta con Dios y porque nos muestra lo bueno que es Dios con nosotros, sólo tomando en cuenta la Creación, ni qué decir de las otras innumerables maneras en que Él demuestra ese amor.
Hola, gracias por compartir esas anécdotas. Sólo una cosa para ayudar en la traducción. El “fruto de pasión” en español no se llama así, se llama maracuyá.
Hola, gracias por compartir esas anécdotas. Sólo una cosa para ayudar en la traducción. El “fruto de pasión” en español no se llama así, se llama maracuyá.
En cuanto a Colombia, tienes toda la razón, hermano. Aunque en otras partes tiene otros nombres. En Venezuela, donde crecí yo, se llama “parchita”. En el Pacífico Asiático me imagino que tiene un nombre diferente en cada lengua. Es una buena ilustración de los desafíos del trabajo de traducción. 🙂
En cuanto a Colombia, tienes toda la razón, hermano. Aunque en otras partes tiene otros nombres. En Venezuela, donde crecí yo, se llama “parchita”. En el Pacífico Asiático me imagino que tiene un nombre diferente en cada lengua. Es una buena ilustración de los desafíos del trabajo de traducción. 🙂