Richard Rees está trabajando una parcela de tierra cerca de su casa. Él espera que el huerto resultante sea un proyecto para que sus hijos trabajen en él durante las vacaciones de verano.
Pero ese terreno, informa él, es para él también. “Me gusta salir y trabajar moviendo la tierra ya que esto me da la oportunidad de hacer ejercicio”, explica Richard.
Él ha tenido dificultad para sacar tiempo para hacer ejercicios. “Yo paso la mayor parte de mi tiempo sentado y conversando con la gente acerca del idioma y la cultura, o sentado en mi oficina repasando las notas de cultura e idioma; eso no requiere mucho ejercicio”, comenta Richard.
Richard ha estado trabajando duro, estudiando la cultura y el idioma de la gente karen por un tiempo. “Es fácil señalar una rama o una piedra y conseguir la palabra para eso. De otro lado, ha sido un desafío pasar a un nivel más profundo del idioma. …Yo creo que para comunicar el Evangelio eficazmente, voy a necesitar un buen entendimiento de la cultura… la gente, sus dificultades y necesidades, sus temores y esperanzas”.
A medida que Richard y su esposa, Wendy, han desarrollado amistades entre la gente karen, han orado para que Dios brinde oportunidades para compartir el Evangelio en su comunidad. Una de las aperturas que han descubierto es a través de la horticultura.
“La gente aquí cultiva maíz todos los años, y el suelo se ha deteriorado. Ellos siguen dedicados a esta labor con montones de fertilizantes y herbicidas”, informa Richard.
No hay mucho interés acerca de los precios del grano o la calidad del suelo. No se da importancia a los efectos que puedan estar teniendo los fertilizantes y los aerosoles en el ambiente. Simplemente el maíz siempre ha sido el cultivo de elección.
Después de investigar un poco, Richard y Wendy decidieron llevar algunos aldeanos a un viaje de estudio para aprender sobre la posibilidad de cultivar marañón como una alternativa para el maíz.
“Fue un buen viaje y aprendimos mucho”, comenta Richard. “Al parecer, el marañón es un mejor cultivo comercial que el maíz”.
Así como el estudio del idioma tiene sus complejidades, del mismo modo el estudio de una cultura es complejo. A veces, un ministerio eficaz incluye una guía cuidadosa de la gente con nuevos conocimientos que beneficiarán su comunidad. En esta semana fue acerca de explorar nuevos cultivos y nuevas maneras de sembrar. Dentro de pocas semanas, habrá otro viaje para aprender a hacer abonos orgánicos.
“Ora para que a medida que los creyentes aprenden maneras de ayudar a su comunidad, pueda ser una oportunidad para que ellos sean una luz y un testimonio en medio de sus amigos y parientes”, pide Richard.
Cuando Richard trabaja en su propio huerto, con frecuencia piensa en la parábola de Mateo 13 que Jesús contó acerca del sembrador. “Fue la semilla que cayó en buena tierra la que dio fruto”, observa Richard. “El estudio del idioma y la cultura, el fomento de amistades y la oración, todas son maneras de preparar el terreno. Oren para que los corazones de la gente karen se conviertan en buena tierra. Oren para que nosotros no nos cansemos de trabajar en los campos”.
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